“La represa del Chingolo (‘Luis M. Pierivéis’) para nosotros es el corazón que posibilita una buena producción de cítricos”. De esta manera sintetizó Jumil Crouzet, director de la empresa Forbel, la utilidad que tiene el emprendimiento que comprende un lago de aproximadamente 280 hectáreas y que le permite regar unas 450 hectáreas de cítricos. Ante consulta de EL TELEGRAFO el empresario desestimaba de esta forma versiones políticas que daban por inutilizado el lago del embalse para producción agropecuaria.
Forbel es socia de la empresa Represa del Chingolo SA, y fue el primer cliente de la misma. La obra quedó operativa para riego en 2005. A partir de ahí “comenzamos a instalar el sistema de riego para unas 450 hectáreas de cítricos plantados”, explicó Crouzet a EL TELEGRAFO.
Años más tarde surgió la posibilidad de que un productor sanducero plante arroz, “alcanzándose a sembrar cerca de 200 hectáreas, durante 3 o 4 años en forma consecutiva, hasta que por las condiciones de tipo de cambio y de mercado para el arroz, no le fue viable al productor, teniendo en cuenta que arrendaba el campo y le compraba la energía eléctrica a la represa para el riego”.
Aclaró el empresario sanducero que se trata de un cultivo “muy intensivo en agua, que en su período de producción, lleva alrededor de 14.000 metros cúbicos por hectárea de agua”. La represa en forma estática tiene unos 8 millones de metros cúbicos, “por lo que prácticamente en la zafra del arroz, se iban 4 millones de metros cúbicos para el arroz”, dijo.
Actualmente se riega exclusivamente la plantación de cítricos, “sin perjuicio de que todos los vecinos que bordean el lago, que es de aproximadamente 280 hectáreas cuando está lleno, su ganado tiene acceso libre a beber el agua del lago”, expresó Crouzet.
Aclaró que en la zona hay un emprendimiento de ganadería intensiva (feed lot), que “está analizando la posibilidad de regar para hacer forraje con riego, pero desde el momento que el arroz dejó de ser una alternativa viable, simplemente se sigue con el cítrico, un producto de mayor valor unitario que el arroz”.
La concesión se va a terminar en el año 2026, “por lo que queda unos 5 años de aprovechamiento de la represa”. Indicó que después “vendrá un período o un nuevo llamado a licitación por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la Dirección Nacional de Hidrografía, y eventualmente nos presentaremos nuevamente”.
Sostuvo que “sin contar el margen de seguridad, que tenemos que dejar por el pliego, de agua en la represa, utilizamos un 25% de la capacidad estática de la represa anualmente, para el riego de cítricos”.
Es fundamental
Precisó que “lamentablemente no se ha podido motivar a productores a utilizar más intensamente el riego con esa fuente de agua, pero para nuestra empresa es fundamental, para permitir un buen desarrollo de las plantas; hemos reconvertido más del 50% del área a nuevas plantaciones de nuevas generaciones de variedades sin semillas, orientadas fundamentalmente al mercado de exportación, y dentro de ese al mercado de Estados Unidos, que es muy demandante. Hace 2 años que aumentamos fuertemente los volúmenes con ese destino, y los retornos han mejorado sensiblemente respecto a otros destinos de la misma fruta, como Europa”.
Entiende que el sector citrícola en su conjunto “se ha reorientado a ese tipo de variedades de alta demanda, como las mandarinas de fácil pelado y sin semilla.
No tanto porque en promedio en Uruguay no llueva lo suficiente para hacer cítrico, porque se pueden hacer con mucho menos milímetros anuales, sino que se evitan los períodos de estrés en las secas. En verano y también en invierno hay algunos períodos de falta de lluvias, por lo que es muy importante que el árbol no entre en estrés y tenga su capacidad máxima de producción”, dijo el empresario.
