Studebaker Champion de 1951

Popularmente se le conocía como el Studebaker “trompa de avión” haciendo mención precisamente a la parte frontal del vehículo.
Se trata de un automóvil de la marca Studebaker correspondiente al llamado modelo Champion, un vehículo que fue muy apreciado en la década del cincuenta del siglo pasado.
Precisamente este Studebaker corresponde a la fabricación del año 1951 y está impulsado por un motor Champion de 6 cilindros. Es un 4 puertas, las cuales se abren en sentido invertido, las delanteras respecto a las traseras.
El mismo pertenece a Fabio Frutos quien nos manifestaba de que hace alrededor de un mes se lo compró a un señor Biglieri.
Agregaba Frutos que la caja de cambios de este Studebaker es manual con tres marchas y reversa. Los frenos son hidráulicos.
Si bien el vehículo no está reluciente ni nada parecido, se rescata que está entero, 100% recuperable a casi 70 años de construido y es de destacar que a esta altura es difícil encontrar uno en condiciones que valga la pena para su restauración. Es uno de los primeros coches representativos de la era de oro de los clásicos americanos, y en su época fue vanguardista, con un diseño futurista de gran impacto, que supo apreciarse en su real dimensión años más tarde, ya que cuando recién salió al mercado se veía demasiado “moderno”.
Las líneas tipo “avión” ya dejaban de ser sólo una insinuación y se mostraban más atrevidas. Casi una década más tarde esta tendencia llevó a desarrollar colas tipo aletas muy características de los “colachatas” de fines de los ‘50 y principios de los ’60. Pero el Studebaker, como decíamos, fue un adelantado y en este modelo además, la carrocería no es exageradamente grande como la de esos vehículos posteriores. Aunque ciertamente eso es relativo, porque en realidad mide 5,01 metros de largo; aunque de peso sí es bastante razonable: “sólo” 1.200 kg.
Muchos recordarán quizás el impacto que tuvo la versión coupé de este sedán, que se la apodó “zapatilla” por la cola que terminaba en un capó de popa bajo y ancho, con caída hacia atrás. Y era difícil saber “si iba o venía”.
Este sedán está equipado con el motor seis cilindros de 2.800 centímetros cúbicos de tapa plana, que con la baja compresión que se acostumbraba en esa época (relación 7.0 a uno), lograba unos modestos 85 hp.
El auto está pintado en color verde, más allá de que está en tramos descolorida y habrá entonces una tarea de restauración. Como expresábamos, el frontal deja observar en su extremo el diseño de lo que era la “trompa” de un avión de aquellos años, los grandes faros se ubican en los extremos y la parrilla tiene un diseño que combina precisamente con el extremo del frontal.
El parabrisas es amplio y de una sola pieza. En los laterales se ubican los cristales en cada puerta. El auto –nos decía Frutos–, está original en cuanto refiere a sus elementos mecánicos, de carrocería y chasis.