El partido, si es que lo hubo, se resolvió rápidamente. No iba un cuarto de hora cuando ya el héroe de la noche aurinegra, Agustín Álvarez Martínez, había mandado dos veces la pelota al fondo de la red. Corinthians fue apenas una sombra del nombre de uno de los equipos brasileños que más copas ha levantado a lo largo de la historia.
Pero más allá de los problemas que tenga o deje de tener el Corinthians, Peñarol ganó el partido por méritos propios. El mirasol fue efectivo, dinámico, eficiente en la marca y en la creación, con buenos relevos, fue preciso en los envíos largos. Y por si fuera eso poco, también la suerte le acompañó cuando los albos norteños llegaron contra su área. El Campeón del Siglo fue testigo de un baile con demolición, como nadie esperaba y como pocas veces se ha visto de un equipo uruguayo frente a uno brasileño. Matemáticamente todavía no, porque quedan dos partidos y River de Paraguay está a cinco puntos de distancia, pero a esta altura quedan pocas dudas de que Peñarol será el primero de su grupo y que estará en la próxima fase de la Copa y, a juicio de lo mostrado anoche, con argumentos como para ilusionarse con estar en el Centenario el 6 de noviembre.
Goles: 5’, 14’ y 68’ Agustín Álvarez Martínez (P), 52’ Agustín Canobbio (P).
