La presidenta del sindicato de trabajadoras domésticas, Lucía Gándara, dijo a diario Cambio de Salto que “sabemos que en Salto se paga menos de lo que corresponde”, pero que no se hacen las denuncias correspondientes en el Ministerio de Trabajo.
El sindicato de trabajadoras domésticas no tiene representante en Salto, por lo que los reclamos se hacen directamente a la casa sindical en Montevideo. Gándara al ser entrevistada por Cambio dijo que estuvo en el departamento varias veces queriendo rearmar la actividad gremial, “pero nadie aceptó responsabilizarse, las trabajadoras salteñas no toman conciencia, agachan la cabeza, protestan, pero no hacen nada. Desde Montevideo no se puede hacer mucho, por eso es conveniente que haya un referente en cada departamento”.
EXIGIR DERECHOS
Muchos empleadores piensan que este sector de trabajadores es el último orejón del tarro y se toman atribuciones que son censurables por su falta de educación. En Salto se dio la situación que dos trabajadoras fueron cesadas, pero como no están sindicalizadas decidieron solucionar el problema por su lado, “nosotros sabemos que en Salto se paga menos de los que corresponde, pero no están dispuestas a exigir que se cumplan las disposiciones legales ante el Ministerio de Trabajo, lo puede hacer el sindicato, pero si la trabajadora no está presente para reclamar no sirve de nada”.
Las trabajadoras domésticas deben saber que no las pueden cesar de su trabajo por reclamar su salario, en todo caso se trataría de un despido abusivo, nadie puede despedir a ningún trabajador por reclamar sus derechos, agregó Gándara. En cuanto al trabajo informal Lucía Gándara dijo que deben contactarse con un abogado de confianza; aunque no haya una filial, en Salto existen profesionales que van a defender la posición de su cliente y no se van a vender, muchas veces pasan esas cosas, pero la normal es que el profesional le indique los pasos que debe seguir, “sabemos que, si reclamamos lo que nos corresponde, la mayoría queda sin trabajo, pero debe existir la dignidad de reconocer el trabajo como tal”.
