Había anochecido cuando –tras una muy intensa agenda– el secretario de Presidencia Álvaro Delgado terminó su jornada en Paysandú. Fue entonces cuando recibió a EL TELEGRAFO. Se lo veía feliz y en la charla informal previa a la entrevista lo confirmó: “Después de pasar los días dentro de Torre Ejecutiva (en el piso 11, donde tiene su oficina), hace bien salir un día a recorrer una parte del país”.
En una extensa entrevista, la pandemia fue un tema central, pero no único. De hecho, también hubo espacio para anuncios importantes. Confirmó que el jueves 8 de julio “se procederá a la publicación de la licitación pública para realizar una obra que es demandada por Paysandú hace muchos años, como es la planta de tratamiento de líquidos residuales”.
Treinta días después “se procederá a la apertura de ofertas y se espera el comienzo de obra en unos 9 meses”, a mediados de abril de 2022. “Será una inversión importante, de 13 millones de dólares”. “Pero además –dijo Delgado– no es la única buena noticia para Paysandú, porque el presidente del directorio de OSE, Raúl Montero Gustá, me confirmó que este departamento está incluido el programa de saneamiento de 124 localidades de más de 2.000 habitantes. Una cifra importante en la inversión, aumentando la cobertura de saneamiento tanto en la ciudad de Paysandú como en otras localidades con una población mayor a 2.000”.
“UNA PANDEMIA DEPENDENCIA”
Álvaro Delgado aseguró que “hicimos un curso intensivo” desde el 13 de marzo de 2020. “Veníamos de remar, remar y remar para conseguir la voluntad de la gente para que nos diera el crédito para cambiar; después tomamos esa espalda que da la confianza de la gente, preparados para generar cambios y a los 13 días se nos vino encima un tsunami que condicionó todo un año. No fue un año perdido, pero sí condicionado”. Reconoció que entonces se ingresó en “una pandemia dependencia en gran parte de las decisiones. Nuestro desvelo era monitorear permanentemente las decisiones primero, así como en ser muy claros, muy transparentes con la gente, dando la cara, mostrando el rumbo que decidíamos seguir”.
La lucha contra la COVID-19 “que aún no ha terminado, eso es claro” marca “un modelo uruguayo, donde cuidamos lo sanitario y vamos también cuidando lo económico y lo social. Podrá tener aciertos y errores, la gente después juzgará, pero a la vista de cómo se logró el comienzo del proceso de vacunación es notorio que el rumbo desde el comienzo estuvo bien. Uruguay fue de los primeros en conseguir vacunas, pero además de los primeros en vacunar. Hoy el programa de vacunación se acelera con casi el 50 por ciento de las personas con dos dosis más 14 días. Además, Uruguay es el primer país en América Latina en inmunizar menores de 17 años”.
Al secretario de Presidencia le resultó imprescindible “aprender sobre todas esas cosas relacionadas con la pandemia. Temas como negociación de vacunas, estar en contacto con lo científico, tomar decisiones que tienen que ver con componentes por un lado científico y por otro mucho contacto con la realidad viva y dura de todos los días, considerando que la población tiene que seguir trabajando, desarrollándose”.
SISTEMA NACIONAL DE EMERGENCIAS
Aun cuando antes del 13 de marzo de 2020 el país no imaginaba la pandemia, “hoy nos damos cuenta de que Uruguay tiene un programa que tiene enorme valor, como el Sistema Nacional de Emergencias, nacional y departamental, es donde en cada departamento se reúne el intendente con los principales referentes de todos los organismos del Estado, para articular políticas publicas ante catástrofes, vinculándose con los privados”.
“Pero –resaltó– hasta la pandemia nuestras emergencias eran inundaciones, sequías, algún tornado. No imaginábamos que deberíamos tener que poner el servicio de emergencia a ponerlo a trabajar para enfrentar el coronavirus. Pero lo hicimos. Y con una ventaja que aún hoy tenemos, porque nos llegó más tarde, así que aprendimos lo malo y lo bueno de lo que hicieron algunos países. Y lo seguimos haciendo”.
“Le reconozco a Luis (Lacalle Pou, el presidente) el liderazgo en cuanto a ser muy claros en el rumbo hacia adonde íbamos, priorizando lo sanitario pero sin dejar de mirar a lo económico y social. Porque ahora estamos llegando a la orilla, pero también llegando mejor que otros países, sin haber destrozado la economía. Eso es importante para el rebote, lo que viene, que es el despegue económico, las inversiones de mucha gente que están frenadas y ven en Uruguay una oportunidad en función de cómo se actúa en pandemia. Por un lado apreciando como la sociedad se comportó, que en general acató las medidas, las recomendaciones; por otro lado la transparencia y la franqueza de este gobierno, en un tema que estamos aprendiendo todos los días”, explicó Delgado.
