Denuncian uso de trasmallos para capturar dorados en Salto Grande

Un video sobre la pesca indiscriminada del dorado y otras especies en las cercanías de la represa binacional de Salto Grande se viralizó dadas las peculiares características de la situación, donde se pudo ver decenas de pescados –algunos aún vivos y otros muertos– que estaban atrapados en redes de trasmallo, que se colocan atravesando el cauce del río Uruguay.

El hecho llamó la atención en cuanto ese tipo de pesca con redes está prohibida, en una zona también prohibida, pero además considerando que hay sendas dependencias de Prefectura uruguaya y argentina en ambos márgenes, a unos 500 metros al Sur de la represa de Salto Grande.

La pesca, o depredación, se hace con grandes redes que se colocan con boyas de color oscuro, que no permiten una clara visualización desde la costa, y capturan todo tipo de pez que surque esas aguas. En el caso de los dorados, éstos cazan en la corriente y por eso quedan atrapados en las redes, que son dispuestas estratégicamente para cortarles el paso.

El presidente de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Mario Daniel Ayala, dijo a EL TELEGRAFO que “CARU no tiene competencia en la represión de ese ilícito, pero de cualquier manera estamos coordinando con la Prefecturas y los órganos competentes de Uruguay y Argentina una reunión para conocer más detalles”.

Peces de más de 13 kilos

Diario El Sol de Concordia publicó en su web una nota señalando que “un video subido a las redes sociales por el pescador Joaquín Mezetti, junto a camaradas, da cuenta del hallazgo de redes que venían ‘barriendo’ el río Uruguay, a la deriva o ‘a camalote’ –como comúnmente se le denomina–, aguas abajo de la represa de Salto Grande, causando estupor por la gran cantidad de ejemplares de dorados atrapados entre los hilos.

Acto seguido, y sin dudar, los jóvenes se pusieron a liberar en forma urgente a aquellos dorados que aún estaban vivos. La cantidad de ejemplares atrapados excedía, muy holgadamente, las tres o cuatro decenas, y muchos de ellos superaban los 13 kilogramos de peso.

Según se desprende de los relatos de pescadores deportivos en las mismas redes sociales, esta situación es “frecuente y de vieja data”, lo que causa extrema preocupación en lo que a la sustentabilidad del recurso se refiere, solicitando una urgente intervención y compromiso de las autoridades responsables en tal sentido.

Exclusión de Salto Grande es de 950 metros

La represa de Salto Grande, por seguridad, tiene una zona de exclusión al Sur, donde están asentadas bases de ambas prefecturas que vigilan la zona tanto por la seguridad de la represa como para impedir la pesca dentro de la zona de exclusión.

El jefe de Seguridad de Salto Grande, Carlos Gelpi, dijo a EL TELEGRAFO que las dependencias de ambas prefecturas están “para controlar la navegación en la zona de exclusión de 950 metros al Sur de la represa y ambas tienen embarcaciones para ese cometido”.

Detalló que “los mil metros (como se llama comúnmente) tienen alambrados olímpicos que marcan la zona de exclusión por tierra, y una línea imaginaria une ambas márgenes, y dentro de esa zona de exclusión no se puede nadar ni navegar, salvo dos empresas que fueron autorizadas por la Comisión Administradora del Río Uruguay, que es la responsable del manejo del río Uruguay”, y que “los puestos de prefectura se instalaron a solicitud de CARU, y Salto Grande le brinda apoyo, se les dieron embarcaciones y hace un mes se reparó a nuevo el motor de la lancha de Prefectura uruguaya”.

Si bien no había visto aún el video, “me consta que no solamente hay dorados contra la represa, sino que hay en todo el río, por lo que no sé si esa pesca fue adentro de la zona de exclusión”.
Hubo un largo proceso
Dijo que evitar la pesca cerca de la represa, “fue un proceso de muchos años, tras lo cual se logró el cumplimiento de la línea de los mil metros, salvo las dos embarcaciones autorizadas, que son argentinas”.
No obstante, afirmó que “nosotros tenemos cámaras de circuito cerrado, y controlamos el área. Y cuando detectamos alguna infracción, lo ponemos en conocimiento de las autoridades de ambas prefecturas, porque si bien el territorio nacional está marcado por la línea media del río, en realidad en las aguas del río Uruguay pueden actuar cualquiera de las dos prefecturas, independientemente del país, y después dan parte a la prefectura que corresponda, y hay amplia cooperación entre las prefecturas de Argentina y Uruguay. Están coordinados y tienen equipos de radio que les provee Salto Grande, que funcionan en la misma frecuencia; hay un trabajo conjunto, y tienen el poder de policía en el lugar”.

En todo el río

EL TELEGRAFO ha constatado en varias oportunidades el uso de trasmallos y la depredación ictícola en toda la extensión del río Uruguay y sus afluentes, por pescadores que utilizan esta técnica con total impunidad debido a la casi nula presencia de la autoridad fuera de las áreas cercanas a las grandes ciudades, tal como hemos publicado en distintas oportunidades en estas páginas.
Incluso se pueden ver redes cortando la entrada a ríos y arroyos, como en el Queguay, el San Francisco o corrientes más alejadas de Paysandú, que atrapan a prácticamente todos los peces que salen o ingresan al curso de agua. En muchos casos se trata de pescadores argentinos que operan de este lado del río, y son los que más uso hacen de estas aguas debido al mayor desarrollo náutico con que cuentan.