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Como fuera adelantado a El TELEGRAFO por el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado existía la posibilidad de una tercera dosis de vacunas contra la COVID-19. Ayer, desde el gobierno ya se habría tomado la decisión de aplicar una dosis de la vacuna Pfizer-BioNtech a las personas ya inmunizadas con CoronaVac, el inmunizante de origen chino que más se ha aplicado en nuestro país.
La posibilidad se venía evaluando desde hace un tiempo, ante la presencia en la región de nuevas variantes del virus, que podrían reducir la efectividad de las vacunas. De hecho, a fines de junio un vocero de Sinovac informó que estudios preliminares muestran que esa vacuna es tres veces menos efectiva ante la variante delta.
Elaborada “a la antigua”, es decir, mediante el método de virus muerto o inactivado, la vacuna de Sinovac ofrece una eficacia sensiblemente menor que la de Pfizer (ARN mensajero) cuando se trata de evitar el contagio. En contrapartida, la efectividad de ambas vacunas se empareja cuando se evalúa su capacidad para evitar el riesgo de cuadros graves o muertes en las personas que, pese a estar vacunadas, contraen el virus.
Las vacunas de Pfizer siguen llegando a buen ritmo a nuestro país, con decenas de miles de dosis cada semana. Para este jueves está previsto el arribo de un lote que haría una diferencia. Se trata de 500.000 dosis donadas por Estados Unidos.