En la Junta Departamental de Paysandú se aprobó, en forma unánime, la prohibición del uso y comercialización de la pirotecnia sonora y bombas de estruendo. Desde agosto del año pasado, cuando los ediles nacionalistas Tortorella y Humberto Biglieri presentaron su proyecto para la prohibición del uso de pirotecnia sonora, el tema se encontraba a estudio de la Comisión de Higiene y Medio Ambiente. Argumentaron la problemática existente en torno a las atenciones en los centros de salud por mutilaciones, incomodidad sonora y la afectación a personas con discapacidad. Por otro lado, resaltaron a la pirotecnia como “una de las principales causas de incendios forestales”, perjuicios medioambientales y trastornos a los animales, tanto domésticos como silvestres.
Ya en diciembre de 2016, la edila del Partido Nacional, Sandra Castrillón, había presentado una moción contra el uso indiscriminado de la pirotecnia. La representante nacionalista reclamaba una legislación sobre el tema, ante los peligros sobre el medioambiente y las personas, en tanto destacaba que “del tema nos acordamos cuando llegan las fiestas tradicionales”.
A NIVEL NACIONAL
En diciembre de 2020, las organizaciones sociales impulsaron su aprobación en el departamento, luego de una decisión similar adoptada en Río Negro, Flores y el municipio de Salinas, en Canelones. El entonces diputado del Partido Nacional –actualmente director ejecutivo del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA)– Gastón Cossia, proponía su prohibición a nivel nacional y se encontraba en las comisiones de Defensa y Salud Pública, con miras a su aprobación este año.
En marzo de 2021, los ediles del Frente Amplio Marilina Odella, Verónica Villarreal y Sebastián Martínez, presentaron un proyecto sobre el tema en forma conjunta, que incorporaba otros elementos y reconocía las iniciativas presentadas anteriormente.
UNA EVOLUCIÓN
Consultada Odella sobre esta reciente aprobación, señaló que “es un gran avance y significa evolucionar. Ser más sensibles porque este tema ha tenido mucha aceptación social. La gente está comprendiendo que va mucho más allá del ruido para los animales y si hay gente a la que le hace mal, entonces no es divertido”. Explicó que, junto a otros ediles, “presentamos una moción sobre prohibición de uso y comercialización de la pirotecnia y cuando ingresó a la Junta no alcanzaron los votos para su ingreso a la comisión. Nuestro interés era colaborar en la elaboración de un decreto, porque desde hace años estamos vinculados con organizaciones y en contacto con la Coordinadora Pirotecnia Cero”.
Esta plataforma se conforma por 28 organizaciones de distinto corte, como animalistas, ambientalistas, de personas con trastornos del espectro autista o siquiátricos. “Junto a ellos y con todo el material a disposición pública, brindaban charlas con involucrados en el tema, tales como médicos y padres. Así nos fuimos armando con materiales para la moción”, dijo a EL TELEGRAFO.
Recordó que “pedí ser oyente en la Comisión de Higiene y luego de participar en cuatro webinarios, con tanta riqueza de información, solicité una reunión con la Coordinadora para ver si podían brindarnos una charla. Nos respondieron con un vínculo para un Zoom, en una instancia similar a otra realizada en Montevideo y en otros departamentos para la prohibición del uso y comercialización de la pirotecnia”.
Odella invitó “a todas las bancadas y tuvimos una instancia enriquecedora, donde participaron varios ediles en un clima de absoluto respeto. Volvimos a tener una nueva instancia, siempre de oyente, en la Comisión de Higiene. Allí, dijeron que, gracias a este encuentro, habían elaborado un decreto ampliamente mejorado y fue así que acordamos votar el mismo. Concluyó que “hace tantos de años que venimos luchando por este tema, no solo para los animales, sino por los niños y luego de escuchar tantas realidades, nos amplió la sensibilidad. El tema ameritaba la prohibición y me siento feliz al respecto. Fue un logrado trabajo en conjunto de las bancadas y los ediles de la Comisión de Higiene”.