Solicitada: Hace 191 años…

…se juraba en nuestro Uruguay la primera Constitución del Estado Oriental.

Años antes ya decía Artigas: “Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la Constitución puede afirmarla”.

Era Artigas gran conocedor de la naturaleza humana y de sus debilidades, desconfiaba del ejercicio del poder. Percibía que toda sociedad necesita un orden para poder vivir en paz y necesita un sistema de gobierno, que se establece en una constitución, que garantice la libertad personal y la estabilidad del poder.

Cuenta la historia que Artigas, cuando gobernaba desde Purificación, algunos días se mostraba muy enojado porque sus subordinados que administraban Montevideo, no cumplían con sus obligaciones. ¡Ya en aquellos tiempos existía este problema…!

Esta Constitución se basa en los principios republicanos democráticos que exponían los pensadores norteamericanos y franceses del siglo XVIII.

El sistema democrático republicano se originó en el año 1776, con la Declaración de derechos de Virginia, EE. UU. Un sistema equilibrado, “de controles y balances”, “de pesos y contrapesos”, para resguardar los derechos de las personas, su libertad, de los abusos del poder. Por eso la división de poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Se buscaba libertad y estabilidad, se insistía en el derecho de propiedad, los anhelos de la mayoría de la población.

Ubiquémonos en el Uruguay de aquel año 1830.

Años de guerras y revoluciones habían dejado un estado devastado y falto de población. Los campos estaban abandonados en su mayor parte. Reinaban la inseguridad, la depredación, el robo de cueros, los conflictos judiciales entre poseedores y propietarios.

El gobierno solicitó a los jefes políticos de cada departamento que fueran los hacendados quienes financiaran la campana contra los “vagos, ladrones y fascinerosos que a todo el país tenían aterrado” (palabras sacadas de un documento histórico), porque el Estado tenía grandes dificultades económicas.

El país tenía 9 departamentos, y Paysandú ocupaba toda la extensión al norte del río Negro, varios departamentos actuales, con sólo 7.000 habitantes. Muy despoblado.

En la Villa Paysandú, y sus alrededores vivían unas 400 personas, la mayoría en ranchos de barro y algunas pocas casas de ladrillo. Hasta la iglesia era un rancho. Paysandú crecía en lo alto de la colina, alejándose del río y de las crecientes.

La villa prosperaba con “los brazos industriales de los inmigrantes”, especialmente franceses, (comerciantes) e italianos (propietarios de embarcaciones). Era un puerto y un importante mercado al norte del río Negro. Sus autoridades eran un Comandante militar, que también cumplía funciones de Policía, un Alcalde y el Párroco.

Según cuenta Barrios Pintos, “el Alcalde dispuso que para ese día se cantase un tedeum, se iluminara el pueblo por tres días consecutivos, se construyera un tablado en medio de la plaza y se adornara con arcos y con los pabellones del Estado y de Argentina sus cuatro ángulos. También determinó que los equilibristas Macieti y su esposa, que se hallaban incidentalmente en Paysandú, brindaran una función pública trabajando en la cuerda y representando en horas de la noche un acto de fantasmagoría”. La Constitución parecía una garantía de vida civilizada, un símbolo de orden al que tanto aspiraba la mayoría.

Pero… tenía varias desventajas, que darían lugar a largos períodos de inestabilidad política, porque tuvo aspectos negativos que produjeron un divorcio entre el país legal y el país real.

No hizo referencia a los derechos de reunión y de asociación, indispensables para el surgimiento de los partidos políticos.

No previó la coparticipación, lo que llevaría a la revolución del partido opositor.

El presidente se elegía por voto indirecto, lo elegía la asamblea, así los diputados eran más electores que representantes del pueblo.

El voto era censitario: los analfabetos, las mujeres, los esclavos, los peones jornaleros, los soldados, los deudores del Estado, los ebrios, los procesados con causa penal y los sirvientes a sueldo, quedaban al margen de la vida política. ¡Eran poquísimos los votantes!

Con el agregado de que el voto no era secreto, lo que llevaría a muchos, muchos fraudes y sospechas de fraudes.

No estimulaba a los gobiernos locales.

Admitía la pena de muerte, que ya se practicaba desde la época de la colonia española.

En fin, había una gran discriminación. ¿Era realmente democrática?

Desde entonces. Se ha reformado varias veces y estuvo suspendida en algunas ocasión. Pero la Constitución actual aún adolece de diversas fallas. Existen temas como la drogadicción, la depredación ambiental, el derecho a una vivienda digna, y otros, que no están considerados o que no se cumplen.

Como dice el artículo 45, todo habitante de la República “tiene derecho a gozar de vivienda decorosa. La ley propenderá a asegurar la vivienda higiénica y económica, facilitando su adquisición y estimulando la inversión de capitales privados para ese fin”.

Todavía existen en el país unos 600 asentamientos… Gente que convive en ranchos de lata, hacinados, rodeados de aguas servidas, como si fueran parias sociales, como dice el periodista.

¡Hay que acabar con esa terrible injusticia!

Sanducera