El voto negativo de la mayoría en la Junta Departamental a la intención de declarar de grave y urgente consideración el tema (inspirado en una canción de Vicentico) “Los caminos de Olivera, no son los que yo esperaba”, relacionado con el estado de la caminería en la jurisdicción del Municipio de Porvenir, terminó en el llamado a sala al Concejo de Porvenir.
El edil del Frente Amplio Andrés Imperial, uno de los mocionantes, intentó exponer de todas maneras, pero fue frenado por el presidente de la corporación Braulio Álvarez, en la medida que tras ser votado negativo se dispuso “ordenar el trámite de los asuntos” (numeral 10 del artículo 88 del reglamento interno) pasándolo a la Comisión de Descentralización.
Pero aunque los caminos de la vida no satisficieron las expectativas de Imperial, pidió un cuarto intermedio de 5 minutos (en la sesión hubo tres) y contraatacó –con el respaldo de la bancada de oposición mayoritaria– pidiendo que sea convocado a sala el alcalde de Porvenir, Ramiro Ayende. Fue entonces que Alejandro Colacce pidió otro cuarto intermedio. En el medio de la sala habían quedado conversando unos ediles frenteamplistas y a ellos se acercó el presidente Álvarez. “El que avisa no traiciona”, dijo y aclaró que “estando las 11 firmas mínimas necesarias no hay problemas con el llamado a sala, pero tiene que ser al Concejo, porque es un órgano colegiado; el alcalde es solo un concejal más”.
Vueltos a sala, Imperial pidió la palabra y solicitó un cambio en la moción convocando al Concejo del Municipio de Porvenir. Fue aprobada y cuando la Mesa lo determine se continuará considerando el asunto de “los caminos de Olivera” y sus repercusiones políticas.
APLAUSOS PARA ANDRÉS SÁNCHEZ
La noche había comenzado muy calmada. Mala cosa en la Junta Departamental tanta paz. Primero un muy merecido minuto de silencio en homenaje a la figura y trayectoria del recientemente desaparecido José Rivero Horta.
Luego un sonoro aplauso también merecido ante el retiro jubilatorio del fotógrafo de EL TELEGRAFO Andrés Sánchez, quien habitualmente cubría las sesiones del legislativo departamental.
En la media hora previa David Helguera tiró algo de leña para ir calentando el ambiente. Dijo que cuando el intendente Nicolás Olivera tomó el gobierno departamental presentó “cinco personas diciendo que eran sus directores generales. Después les cambió el nombre y los llamó encargados. Uno de ellos era Mauro Santos, a quien lo sacaron del cargo y lo convirtieron en peón –de paso, Adeyom bien gracias– de Q 13 a F 8”.
“La coalición en Paysandú se ha resquebrajado” lanzó luego. “La lealtad no siempre paga y tampoco pagan los acuerdos tras biombos. Tienen que ser orgánicos y en función de los programas que se plantean”.
RECIBIERON A DELEGADOS DE UTP
Mientras los ediles hablaban comenzaron a escucharse bombos y otros instrumentos, lo que hacía evidente que había una protesta en marcha frente a la Junta Departamental. Se trataba de la Unión de Trabajadores de Paycueros (UTP). La sesión siguió un poco más, sin que nadie hablara del tema, hasta que Colacce pidió el primer cuarto intermedio. Era lo que estaba esperando Braulio Álvarez quien bajó presuroso, conversó con los trabajadores y acordó recibirlos en comisión general 10 minutos. Apenas 8 minutos duró el cuarto intermedio. Álvarez planteó su intención al pleno que lo votó por unanimidad. Dos representantes sindicales expusieron la situación que viven y la audiencia desarrollada en el Juzgado ayer, de la cual se informa en esta misma edición.
NO SE PUEDE ARGUMENTAR REITERACIÓN DE PEDIDO
Hubo otros enfrentamientos entre el presidente y ediles del Frente Amplio, quienes pretendieron argumentar reiteración de pedidos de informes. “Si le toca una coma a lo que está escrito, tiene que hacer un nuevo pedido, no corresponde lo que pide”, dijo varias veces Álvarez. Imperial, Natalia Martínez y otros ediles protestaron e intercambiaron diferentes interpretaciones del reglamento interno. Colacce vio la oportunidad y disparó: “Evitémosle la vergüenza, votémosle la reiteración del informe, señor presidente”.
Pero al final, tras concluir la sesión, como ocurre siempre, todos se fueron tranquilos a sus hogares. Son los caminos de la vida.