Falleció en la víspera el historiador y escritor José Eduardo Rivero Horta, Ciudadano Ilustre de Paysandú. Nacido en 1941, José Eduardo Rivero Horta sostenía que “el misericordioso Dios fue muy bueno conmigo. Me hizo dos mimos: uno, haber nacido en Paysandú; otro haber sido bautizado en la Basílica. Esas dos cosas me marcaron para toda la vida. Otros mimos grandes fueron haberme casado con Susana (Gonçalves), haber tenido los hijos que tuve, y haber nacido en la época en que nací”. Fue descendiente directo por vía materna y paterna de defensores en la gesta de 1864-1865.
La noticia impactó crudamente en la sociedad sanducera, que tenía en él a un referente. Desempeñó una intensa defensa del patrimonio sanducero, incluyendo su participación como conferencista especializado y sobre temas históricos en general.
Su trayectoria en diferentes áreas fue tan extensa como proficua. Entre 1990 y 2005 fue presidente de la Comisión Departamental de Patrimonio y en años posteriores se mantuvo como miembro. En 1994 fue integrante del Grupo de Historia de Paysandú. En 1995 formó parte de la Comisión Pro Órgano de la Basílica de Paysandú.
Fue designado en 2003 para constituir la Comisión de Fomento de Turismo Interno Permanente y de Carácter Histórico y Cultural de la Nación por el Congreso de Intendentes y ante el Ministerio de Turismo.
Fue reconocido por la Intendencia de Paysandú con el “Espíritu de Paysandú” en 2011, la declaración de Ciudadano Ilustre en 2014 y como parte del grupo de personas que desarrolló la tarea para la determinación del lugar real ocupado por Purificación, en 2015.
Fue uno de los dos presidentes honorarios de la Fundación Amigos del Teatro Florencio Sánchez desde 2013, hasta su fallecimiento. Desde 2006 era curador del Archivo del Colegio Nuestra Señora del Rosario, del cual había sido alumno.
En 2011 escribió una obra teatral para niños sobre la Defensa de Paysandú, estrenada en junio de ese año por alumnos de ese colegio, ante la celebración de Paysandú-Ciudad.
Entre sus libros destacan los dos últimos. En 2017 escribió junto a su esposa Elsa Susana Gonçalves “Paysandú: vuelve atrás la mirada: desde los orígenes hasta la gesta de Leandro Gómez”, centrado en los acontecimientos acaecidos en las tres defensas de la ciudad de Paysandú: 1811, 1846 y 1865.
En 2020, “Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo: Símbolo de la resistencia por la soberanía de un pueblo”, en el que colaboró Elsa Susana Gonçalves.
Precisamente cuando en la propia basílica presentó este libro recordó todas las cosas que enorgullecían a los sanduceros, por sus logros. “Por todas esas cosas fue muy grande Paysandú, y volverá a serlo, si nosotros transmitimos a nuestros hijos ese sentimiento de orgullo, de familia que tanto falta”. El hizo su parte, vaya si lo hizo. Eso queda como su legado. Ahora es tiempo de continuar en ese mismo camino.