Jefe de Policía de Río Negro renunció por caso de oficial denunciado de abuso sexual

El comisario general Martín Botto presentó su renuncia al salir de una reunión con el ministro Heber.

El comisario general Martín Botto, que se desempeñaba como Jefe de Policía de Río Negro, renunció a su cargo luego de ser convocado a una reunión con carácter urgente por el ministro del Interior, Luis Alberto Heber. El detonante, cuando el nivel de aceptación de su gestión es muy buena, corresponde a que incumplió con el protocolo interno y de omisiones tras una denuncia –y posterior formalización– por delitos de índole sexual que involucra a un oficial que se desempeñaba como encargado de Seguridad Rural con sede en Young.

Según trascendió, el año pasado un muchacha de 23 años denunció en la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género de Paysandú que durante su niñez –cuando tenía 8 años– había sido abusada sexualmente por su tío. Relató que los hechos ocurrían cuando ella visitaba a su abuela y el hombre, que en ese entonces tenía 17 años, aprovechaba la ocasión para someterla a sus bajos instintos. De acuerdo a lo expresado por la víctima, los abusos se prolongaron en un período de meses hasta que el depravado ingresó a la Escuela Nacional de Policía.
El denunciado, en tanto, ostenta la carrera de oficial de Policía y estaba a cargo del Departamento de Seguridad Rural de la Jefatura de Río Negro, habiendo sino designado por Botto.

El pasado 3 de setiembre, la Justicia sanducera dispuso formalizar la investigación e imputar al oficial por “reiterados delitos de atentado violento al pudor agravado”, los que se comprobó fueron cometidos hacía 15 años. Asimismo, se le impusieron medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno y de presentación en la seccional policial de su jurisdicción a la espera del juicio oral y público.

BOTTO TOMÓ MEDIDAS

La fuerte denuncia salpicó además al Comando de Jefatura del vecino departamento, ya que se indicó que Botto incumplió con el protocolo interno del Ministerio del Interior y de omisiones, y dispuso medidas para el oficial recién sabido el resultado judicial.

En tal sentido, el por entonces Jefe de Policía explicó que “una vez que fue imputado por la justicia por reiterados delitos de abuso sexual agravado y a la espera del juicio oral y público, se tomaron medidas cautelares: prisión domiciliaria, tobillera, separación del cargo, sumario administrativo con retención del 100% del sueldo y retiro del arma de reglamento”.

Por su parte, según el protocolo de funcionamiento interno del Ministerio del Interior, cuando se presenta una denuncia de este tenor no hay que esperar el resultado judicial para que el funcionario sea separado del cargo, iniciarse sumario, quitarle el arma y enviarlo con un psicólogo. Se supo además que el funcionario ya tenía denuncia por violencia de género de una pareja reciente.

Lo que sí hizo Botto fue una solicitud formal que envió a la Dirección de Políticas de Género del Ministerio del Interior pidiendo información. En el informe se indica que el policía tenía denuncias anteriores por violencia doméstica, por parte de otra mujer, y hostigamiento denunciado por otro policía. Según la Dirección, se le indicó a Botto que debía tomar las medidas faltantes, pero ese momento nunca llegó, según Radio Sarandí.

En lugar de eso, el 18 de diciembre de 2020 (5 meses después de la denuncia), la Jefatura premió al oficial por “sobresalir en su dedicación al cumplimiento de la misión”.