Cambio de visión que puede abrir puertas

A mediados de este último mes del año la Intendencia Departamental de Rivera, el Servicio Brasileño de Apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas (Sebrae) y la Prefeitura de Santana do Livramento, anunciaron que están abocadas a la ejecución de un proyecto “para potenciar la Cultura Turística responsable en la frontera Rivera / Livramento”, que bajo la denominación de “Destino Binacional”, tuvo su lanzamiento en la sede del Ministerio de Turismo de nuestro país.
El proyecto es financiado por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), el Congreso de Intendentes y la Unión Europea, y cuenta con el apoyo del Ministerio de Turismo, Centros PYME, la Asociación Comercial e Industrial de Rivera y Livramento y la Universidad Tecnológica (UTEC).
El objetivo de este proyecto es desarrollar acciones para fortalecer la cadena de valor turística de la frontera, a través de estrategias de mejora de la competitividad “que conduzcan a la sostenibilidad, la generación de empleo, el apoyo a la mipymes, con un enfoque de género, así como en la atracción creciente de visitantes y turistas en la ciudad”.
Estiman quienes están detrás que este proyecto redundará en una estrategia para mejorar la oferta “a través de una puesta en valor de la Cultura Turística, donde se enfoca en los principios de sostenibilidad, incrementando la demanda y la cantidad de agentes turísticos y empresas que pueden promocionar el destino”.
Destino Binacional es en realidad un producto surgido de este proyecto, con el objetivo de vender la frontera como un producto único e innovador.
El director general de Promoción y Acción Social de la Intendencia de Rivera, Giovani Conti, resaltó que a través de este proyecto se generarán instancias de capacitación y se proveerán herramientas de promoción para los privados, para dar a conocer Rivera-Livramento de la mejor forma al público objetivo y para ello se puso a disposición la página web www.destinobinacional.com. El jerarca destacó que tanto el sector público como el privado están alineados para alcanzar los objetivos.
Pero, ¿qué tiene de particular esta iniciativa? Bueno, lo explicó claramente el actual ministro de Turismo, Tabaré Viera, reconocido exintendente riverense, que indudablemente debe haber jugado en papel para que esto se concrete. El secretario de estado destacó que no existían hasta el momento productos turísticos binacionales y que justamente la singularidad de la frontera de Rivera-Livramento es la binacionalidad. Viera considera que el producto turístico presentado es “acertadísimo” y se dijo “encantado” con el nombre elegido. A la vez destacó que el destino abarca mucho más que ambas ciudades, “porque tanto el municipio de Livramento como el departamento de Rivera tienen riquezas para diversificar la oferta turística y dar la posibilidad al visitante que se pueda quedar más días y disfrute otras opciones además del tradicional turismo de compras”.
Es que justamente, más allá de algún producto puntual, como el incipiente Camino de los Jesuitas, que abarca territorios de nuestro país, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia, que se diagramó desde el Mercosur, Uruguay no tiene antecedentes de trabajo en un destino binacional. Parece que para el Ministerio de Turismo el mapa se termina en los límites nacionales, una concepción que ha quedado atrás hace muchos años para el turismo, que cada vez más busca combinar destinos.
Que Paysandú tiene un gran potencial turístico, no es algo que se vaya a descubrir ahora. Los valores históricos y culturales lo posicionan de esta manera y además se ha ido mejorando esta oferta, con nuevos atractivos, como la apertura del Castillo Morató y la incorporación de nuevos servicios, como los atractivos náuticos en la costa y las mejoras que ha tenido la propuesta gastronómica, más algunos eventos innovadores que han tenido amplia difusión, como el caso de la Cata de Tomates.
Sin embargo, cuánto podría mejorar la oferta sanducera si en vez de presentarse por sí solo lo hiciera en el contexto de la región de la que forma parte. De hecho a esto lo vimos aplicado con el frustrado Corredor de los Pájaros Pintados, al que caprichosamente el Ministerio dio de baja sin consultar a las comunidades que hicieron el esfuerzo por mejorar sus propuestas para recibir al visitante.
Pero vayamos aún más lejos: cuánto podría mejorar la visibilidad de Paysandú si se ofreciera como un destino binacional junto a la ciudad de Colón y todo su entorno, una zona que definió hace más de medio siglo su vocación como destino turístico y que desde entonces ha venido trabajando conscientemente detrás de ese objetivo, con valores tan destacables como el parque El Palmar, o la vieja fábrica Liebig’s (“melliza” del Anglo de Fray Bentos) ubicada en un pueblo de singular arquitectura.
Y no es que no se hayan hecho esfuerzos en pos de ese turismo binacional. Años atrás hubo un proyecto que logró cierto avance en la idea de crear un parque binacional en las islas cercanas al puente General José Artigas, que se topó con las rispideces diplomáticas de ese momento y los frenos burocráticos de toda la vida. Ahora esa idea sigue avanzando pero más vinculado con la protección ambiental.
Vale destacar también los esfuerzos de integración que se realizaron a nivel de los gobiernos municipales, que llevaron a la firma de un acuerdo entre los intendentes de ambos departamentos, el de Colón en Entre Ríos, y Paysandú, en esta orilla, que posibilitó llevar a cabo algunas acciones de intercambio.
El cambio de visión desde la cartera de Turismo de nuestro país no deja de ser una novedad digna de celebrar. Tal vez algunos la vean como un hecho circunstancial propiciado o alentado por la coincidencia de que quien ocupa la silla en el ministerio sea hoy un hombre de la frontera, pero por la razón que sea, la posibilidad que se abre debería ser aprovechada.