Chevrolet 1929 con motor Fiat

Y viene a ser como si se juntaran dos épocas en el tiempo. Y suele suceder, es a veces hasta frecuente.
Es que el mundo de los “fierros” da para todo y aquellos apasionados precisamente por ellos valoran estas mezclas mecánicas que conllevan esfuerzo, conocimiento y –en muchos casos– echar mano a lo que se tiene o se puede tener a disposición para armar vehículos que luego circulan por calles y caminos.
En este caso particular nos estamos refiriendo a un automóvil Chevrolet del ya lejano año 1929, al cual primero –hace alrededor de unos treinta y pico de años– se le hizo una restauración y que mucho más acá en el tiempo fue objeto de otra –esta sí que muy profunda–, tanto que quedó solamente como original el chasis y todo lo demás fuera modificado.
Lo cierto es que al Chevrolet de 1929 se le instaló como impulsor un motor de Fiat 125 potenciado. Un cuatro cilindros que tira lo suyo, acoplado a una caja de cambios con cuarta velocidad y asimismo el diferencial también de Fiat 125.
Este Chevrolet 1929 pertenece a Diego Muller y antes fue propiedad de su padre, Harry Muller.
Precisamente la primera restauración la llevó a cabo Harry y esta última, en la que se registraron los grandes cambios, fue llevada a cabo por el actual propietario, Diego.
Es un vehículo abierto, que usa capota, aunque en el momento no la tiene. Posee dos butacas adelante y un asiento atrás, volante deportivo, palanca de cambios al piso, rodado de 15” con llantas de aleación.
Lo cierto es que este Chevrolet anda y funciona bien, algo así como que “fierros” de dos marcas combinados dieron un buen resultado.