En Argentina fueron presentados dos proyectos legislativos para cambiar el huso horario porque consideran que el país no tiene la hora que internacionalmente le correspondería. Las iniciativas proponen retrasar una hora los relojes durante los meses de otoño e invierno hasta el 22 de setiembre y apuntan a mover el huso actual de -3 para llevarlo a -4.
La primera propuesta fue presentada en la Legislatura de la Provincia de Mendoza por el diputado Jorge Difonso y la segunda en la Cámara baja de la Nación por el diputado Julio Cobos para aplicarla a nivel nacional.
Los proyectos buscan establecer como hora oficial, la de cuatro horas al oeste del meridiano de Greenwich porque es la que corresponde a Argentina dentro del Sistema Internacional de los Husos Horarios.
Incluso la iniciativa de Cobos va más allá de Argentina y pretende extenderse hacia todos los países del Mercosur.
A debate
El debate no es nuevo y cuenta con respaldo científico. En el plenario de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de la cámara baja de Mendoza, participó Andrea Pattini, directora del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (IAHE), el biólogo e investigador del Conicet, Diego Golombek, y miembros del Observatorio Pierre Augier.
Difonso señaló que “en el Municipio de San Carlos se retrasa el horario de ingreso de la atención de la administración pública en otoño e invierno desde hace 5 años. En Mendoza empezó la discusión y estamos recibiendo testimonios en la Comisión”.
Los científicos promovieron la idea de “corregir el error del huso horario” que engloba a todo el territorio argentino. “Ajustarlo a nuestro lugar en el mundo hace que nos expongamos a la luz adecuada para la salud, el sueño y la alerta”, según Golombek.
Pattini agregó que “el error es tener un huso horario que está mal para el territorio nacional lo cual se debe a las alternancias que se fueron dando a lo largo de los años. A Argentina le corresponde el huso horario -4 (4 horas al oeste de Greenwich), pero con varios cambios quedó en -3. Incluso, en algún momento llegó a -2 en horario de verano. El problema fue que en 1969 quedó permanente la zona horaria -3 y no se regresó al huso correspondiente. Las posteriores modificaciones estacionales arrastraron el error”.