En termas de Guaviyú se comenzó a trabajar en la cimentación de las instalaciones que se renuevan o se construyen desde cero, incluyendo una nueva batería de baños y vestuario (la anterior fue demolida), y la remodelación del auditorio tras 40 años sin intervenciones. También se construirá una piscina de 300 metros cuadrados con borde infinito y movimiento de agua.
La inversión es de 46.700.000 de pesos (unos 1.160.000 dólares al cambio actual) y las obras deberán quedar culminadas en ocho meses. “Se comenzó con la cimentación para las nuevas instalaciones que harán que las termas mejoren sustancialmente, en servicios y en estética”, indicó el director general de Obras, Horacio Mársico.
Una piscina infinita se compone de uno o más muros que corresponden exactamente al nivel del agua de la piscina. Esto quiere decir que están permanentemente desbordando; esa agua cae en un depósito, que está justo debajo del “borde de fuga”, y luego es bombeada nuevamente a la piscina.
La financiación de la obra es a través del Fideicomiso Paysandú II, lo mismo que la obra de desagües pluviales de calle Tacuarembó. Se trata de “un proyecto que realizó la Unidad de Vivienda, en particular las arquitectas María Eugenia Gavirondo y Mónica Ferraris con la ayuda del arquitecto Gargano”, informó Mársico.
También se instalará una bomba de calor, “que es el sistema más moderno que existe para el calentamiento del agua”, explicó. “La misma recicla el agua y mejora el confort en cada una de las piscinas, es decir la cerrada, las abiertas y la nueva. Mejoramos la temperatura, la regulamos y a su vez reciclamos el agua de modo que llegue al arroyo Guaviyú agua no contaminante debido a que se incorpora al curso de agua ya fría”.
“Ese es un gran avance, porque anteriormente el agua llegaba al arroyo con determinada temperatura que generaba algún tipo de contaminación. Ahora se le quita el calor, se la enfría, se la vuelve más natural”, añadió el director general de Obras.
En cuanto al lugar en se ubicará la bomba de calor aun no está determinado pero Mársico dijo que “se identificaron dos o tres lugares que el equipo técnico está estudiando para saber cuál es el lugar óptimo de acuerdo a la temperatura que se necesita para las piscinas y el proceso posterior para su vertido al arroyo”.
