En agosto pasado, la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género recibió la denuncia de una víctima de 25 años, que denunciaba a su expareja –también de 25 años– por insultos y amenazas. El hombre tenía establecidas medidas cautelares, que no se cumplían pues la víctima permitía que él mismo retirara a su hijo. Oportunamente, el 19 de agosto la Justicia dispuso la prohibición de acercamiento y comunicación por 180 días en un radio de 100 metros y que las visitas al niño fueran solicitadas por la vía civil correspondiente.
No obstante lo dispuesto, a fines del mismo mes, la víctima declaró que el ahora procesado se apersonó en su domicilio, intentando ingresar por la fuerza y dañando su moto.
Todas las actuaciones se elevaron a la Justicia Penal que formalizó al hombre de iniciales N.A.M.L., quien resultó imputado y condenado por cuatro delitos de desacato, y un delito de violencia doméstica especialmente agravada (todos en reiteración real) y deberá cumplir con una pena de siete meses de prisión. Como medida de protección a la víctima, se dispuso además la prohibición de acercarse a 500 metros y de comunicarse por cualquier medio de forma directa o indirecta del procesado hacia ella, por el término de 180 días desde que recupere su libertad.
