En la sala 1º de Julio de EL TELEGRAFO, el coleccionista Atilio Cerini expuso crónicas de la época, videos y fotografías sobre la inauguración, auge y cierre de la Organización Nacional de Autobuses (ONDA) a un público atento que colmó el espacio abierto en el marco de la 35ª Fiesta de la Prensa.
El tiempo comprendido entre su inauguración, en 1935, y su cierre en 1991 trajo a la charla el recuerdo de quienes formaron parte de la empresa o fueron usuarios del servicio que recorrió el país y la región.
“Es importante identificar el simbolismo de la ONDA. En sus comienzos, se organizaron ciertas empresas chicas que levantaban a los pasajeros a domicilio y llevaban a destino, pero como no existían las normativas, comenzaron a tener problemas con loa pasajes. Al nuclearse en la Organización Nacional de Autobuses, que empezó en Colonia, se fueron extendiendo a todo el país”, relata Cerini.
El logo del galgo también se explica porque “todos los directores eran aficionados a las carreras de galgos que se realizaban en el sur del país. Hoy eso es imposible porque están prohibidas tanto en Argentina como en Uruguay. Por lo tanto, estamos hablando de costumbres de otras épocas”.
Y los colores utilizados corresponden a la hinchada tricolor y futbolera. “Todos los directores, también, eran hinchas del Club Nacional de Fútbol y tengo un documento donde un socio del club podía pagar su cuota de afiliado en cualquier agencia de la empresa”.
Con el auge de la empresa, sus servicios llegaron a todo el país. “En sus primeros tiempos, despachaban cartas para todos los departamentos que llegaban a destino al otro día. Menos en Canelones, porque en principio no querían tener problemas con ciertas empresas que aún estaban trabajando. Un tiempo después, también se instalaron allí”.
Auge
La particularidad de esta empresa es que “no hacía líneas transversales. Por ejemplo, por la ruta 26 nunca anduvo. Se desarrolló en torno al litoral y al Este, con llegada a todo el territorio nacional. Así como llegaba a la provincia de Córdoba y en Brasil a San Pablo y Rio de Janeiro”.
De hecho, sus accionistas “abrieron una empresa que se llamó ONDA Argentina y la oficina estaba en Florida y Lavalle, de Buenos Aires, con ómnibus que iban hasta Mar del Plata. En Uruguay, la empresa cerró en 1991 pero posteriormente a su cierre llegaban de esos ómnibus al país y la gente se cuestionaba cómo pasaba eso. Es que pocos sabían que se trataba de otra empresa que nada tenía que ver con la uruguaya. Porque incluso llegó a tener una filial en Porto Alegre”.
Cierre
El principio del fin puede remontarse a comienzos de la década de 1980. Cerini recuerda que la empresa resolvió su cierre ante “una deuda monstruosa por ómnibus cuyo mantenimiento era caro, si bien eran interminables. En 1982, el dólar estaba tarifado y se rompió ‘la tablita. De 12 pesos se elevó a 40 pesos. En una palabra, se triplicó su valor y también su deuda. Así como le pasó a otras empresas de Uruguay”.
El expositor señaló que “el gobierno militar de entonces no quería que fuera un monopolio y empezó a abrir el espectro a otras empresas. Eso le fue quitando fuerzas y sumado a ‘la tablita’, ONDA resolvió traer dos partidas de ómnibus de Estados Unidos y de Alemania. Esa decisión terminó de dar el golpe de gracia para su cierre. Los costos y elevado mantenimiento de su flota no competían con las demás empresas porque, además, había que conseguir los repuestos en origen. Es decir, una cadena de problemas económicos que desgastó a la empresa y le fueron quitando líneas”. Sin embargo, “no fue el caso de ONDA Argentina que, con los años, llegaron a venderla y la compró una empresa de Buenos Aires, ‘El Rápido’ y le cambiaron el logo del galgo por una liebre”.
Recordó que “la empresa llegó a tener una línea de aviación y como tenía a ONDA Argentina, direccionaba el turismo hacia Uruguay. Antes era por barco porque no existían los puentes ni la represa. En aquellos tiempos, con sus oficinas en Carrasco, Aerolíneas Colonia (ARCO) competía con Aerolíneas Argentina, Austral y Pluna”.
Accidentes
“La empresa tuvo tres accidentes importantes. Uno ocurrió en Mercedes, en 1940, donde el ómnibus se fue al agua en el río Negro y murieron 9 personas”.
“El segundo fue con dos ómnibus de excursión que salían de Rivera, en 1955. En la localidad de San Ramón, el río no daba paso y uno de ellos logró seguir. Pero otro se largó al agua y quedó allí, donde murieron 27 personas. En la década de 2010 comenzaron a recordar este hecho y el guarda de esa línea contaba que nadie quería subir al coche número 216. Es así que lo sustituyeron por el 222. Un señor descubrió la existencia de ese ómnibus, lo adquirió, restauró y terminó el viaje desde San Ramón al centro de Montevideo, después de más de 60 años. Y el último accidente ocurrió cerca de Young que lo agarró un tren y literalmente lo partió al medio. EL TELEGRAFO y el fotógrafo Graniero cubrieron ese hecho”.
Los ómnibus son muy buscados para diversos usos. “Algunos lo compran para usarlo como motor home, pero hay otros que están impecables como tal. Como el 295, por ejemplo”.
Finalmente Cerini agradeció “a la concurrencia por la repercusión totalmente positiva y sus aportes, así como a Fabián Iglesias por sus videos”.
