El Instituto Nacional de Carnes (INAC) presentó hace diez años una planta de faena móvil que se encuentra en las instalaciones de la Facultad de Veterinaria en la ruta 1 y sigue sin funcionar. En los últimos años, se ha discutido la faena y comercialización de los pequeños productores a fin de año, y a pesar de la presentación de un proyecto de ley y una resolución del presidente de la República, no se logró reglamentar. Su puesta en práctica sigue en el debe. Sin embargo, el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania busca expandir el uso de plantas de faena móviles, “para aumentar la diversidad de granjas y la creación de valor en las zonas rurales”, según el portal Eurocarne. En el marco del programa para promover la innovación, se apoyarán financieramente proyectos para el desarrollo de nuevos métodos y enfoques. La secretaria de Estado Parlamentario del Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura, Ophelia Nick, anunció que fortalecerán “la diversidad de las granjas. La carne de estos mataderos móviles tiene el potencial de aumentar el valor agregado en las áreas rurales. Queremos promover métodos modernos y prácticos para este tipo de sacrificios respetuoso con los animales”.
El número de mataderos en Alemania, especialmente los más pequeños y locales, bajó en los últimos años. Debido a la progresiva centralización de la faena, se ha vuelto más difícil encontrar un matadero cercano para los pequeños productores. Las normas de la legislación alimentaria que entraron en vigor en 2021 permitieron que no solo las industrias frigoríficas puedan faenar animales en la granja de origen. Con la aprobación de la autoridad competente, se podrán sacrificar hasta tres bovinos, seis cerdos o tres animales solípedos utilizando una unidad móvil por proceso de sacrificio.
En Uruguay
El INAC presentó en una edición de la exposición rural del Prado su prototipo de faena móvil, que consta de una pequeña planta de faena de animales instalada en un camión y que, según el proyecto, debería recorrer el país y realizar faenas en predios de pequeños productores, que por su escala no pueden contar con el envío de su producción a grandes plantas frigoríficas. Alfredo Fratti, quien fue presidente de INAC y presentó ese proyecto, dijo al diario Cambio que “debe hacer 10 años o más que presentamos esto, con todas las especificaciones, tenía biodigestor, grupo electrógeno para funcionar en predios donde no había luz, tenía recipiente para recoger los residuos y podía faenar hasta 50 animales”. El actual diputado por Cerro Largo agregó que “las autoridades que nos sucedieron entendieron que no era una función de INAC, vendieron el camión primero y después lo cedieron a la Facultad de Veterinaria y allá está, a la intemperie, perdiendo valor”. En contrapartida, el diputado sanducero Juan Carlos Moreno, presentó un proyecto de ley en 2022 para que los productores familiares pudieran realizar el traslado de los productos de una faena predial hacia las ciudades. Hasta ahora no se ha resuelto el problema de los pequeños productores porque ninguno de los dos planteos autorizó la comercialización de los productos derivados de la faena. Además, fueron presentadas sin que los tiempos permitieran realizar las reglamentaciones correspondientes por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca antes de las tradicionales fiestas, que es un momento clave de comercialización para estos productores.
Efluentes
Fratti reconoció que “no inventamos nada de cero, se vieron los modelos que estaban funcionando en Estados Unidos y en Argentina y se armó algo con tecnología nacional”. En varias oportunidades se planteó que dicha planta de faena móvil, presentada por INAC, no podía ser habilitada por la falta de tratamiento de los efluentes. En este sentido, Fratti dijo que “en realidad son aguas sucias porque la planta tiene biodigestor, para que la gente entienda se podría tirar en el mismo lugar que depositan las barométricas”. Si bien es “un tema que hay que atenderlo”, el diputado por Cerro Largo sostuvo que en la actualidad “la faena es debajo de un árbol y los residuos quedan por ahí. Esto lo que pretendía es darle cierta formalidad a la faena”. La puesta en funcionamiento de esta planta móvil pasa únicamente por “voluntad política, en su momento nos derrotaron y después peor porque ahora vendieron el camión”, según Fratti.
