Alternatus realizó menos rescates de yaras y cruceras

La vida de estos animales está muy vinculada a los cursos de agua y la falta de lluvias ha mermado la disponibilidad de alimento.

Las condiciones climáticas este verano han tenido las particularidades que todos conocemos y de allí que quisiéramos consultar con los expertos de Alternatus sobre el comportamiento de los principales ofidios que pueden suponer un riesgo en caso de accidentes en nuestro país: yararás y cruceras. La falta de lluvias y el calor están afectando a estos animales, aseguró Irasema Bisaiz, una de las referentes del centro de cría que funciona en la ciudad de Piriápolis, en Maldonado.

“La observación que nosotros venimos haciendo es que las está afectando muchísimo el exceso de calor y la falta de lluvias, porque son animales que dependen muchísimo de cuerpos de agua dulce, donde tienen una dieta generalizada: comen anfibios, comen roedores, comen otros animales”, planteó. Debido a ello “no estarían teniendo toda la disponibilidad de alimento”. Y “de repente los sitios que se ven un poco más húmedos o más frescos o más templados, son las casas de la gente. Hemos notado que cuando desciende un poquito la temperatura después de un día muy cálido, esos días se avistan muchísimos ejemplares cerca de viviendas o en viviendas”.

Eso permite incluso anticiparse, según “cómo se siente a medida que va bajando el sol, ya podemos predecir que ‘hoy nos van a llamar porque mira como está el tiempo’. A veces en una noche nos llaman desde tres lugares distintos para retirarlas”.

No obstante ha sido un verano con menos rescates que otros, por lo que una posible hipótesis es que haya mermado la población, o estén menos activas. “Este año con la seca hubo menos rescates, menos llamados. Por ahí se ven más rescates cuando tenemos las condiciones opuestas: cuando hay muchísima lluvia, cuando hay más humedad en el ambiente, porque hay más disponibilidad de comida y hay más desplazamiento, entonces las ves más. Pero acá es como que pasan resguardadas o mueren deshidratadas, como muchos otros animales”, estimó.

INCENDIO

Pero en la zona cercana al criadero también se vivió uno de los eventos del verano, como lo fue el incendio del Cerro del Toro. “Estuvo muy fuerte. Nosotros pensábamos que iban a salir yaras para todas las viviendas que están en la falda del cerro, y no tuvimos ningún llamado de esa zona. Ninguno”, señaló. Después que se extinguió todo “por funcionarios municipales nos fuimos enterando que cuando estuvieron revisando la zona del cerro y verificando que no hubiera más focos ni nada, encontraban serpientes quemadas. Nosotros pensamos que ni siquiera tiempo de huir les dio, porque se quemaron en el momento”, dijo Bisaiz.