Procedimientos llevados a cabo por el Área de Investigaciones permitieron identificar al responsable de varios ilícitos. Se trata de Pablo Francisco Ramos Otormín, de 35 años de edad, poseedor de antecedentes penales, quien tras juicio abreviado fue imputado y condenado por dos delitos de hurto, uno de ellos especialmente agravado por ser sobre cosa existente en establecimiento público, en reiteración real, con un delito de receptación en calidad de autor, imponiéndole como pena dieciocho meses de prisión.
Las actuaciones llevadas a cabo se basaron en tres denuncias de hurto en perjuicio de un CAIF, una institución religiosa y una casa en reparación. Parte de lo hurtado fue recuperado por la policía. El pasado 8 de abril, en horas de la tarde fue denunciado el intento de hurto en una institución religiosa de la calle Setembrino Pereda, donde el ahora privado de libertad, fue sorprendido y reconocido dentro de una casa a los fondos del lugar, dándose a la fuga al darse cuenta que había sido descubierto, dejando dañado uno de los candados de seguridad de la puerta de rejas, además de un gran desorden causado en un armario de comestibles.
Otras averiguaciones lo vincularon a un hurto del pasado 22 de febrero en una obra en construcción de la calle Treinta y Tres Orientales al norte, donde la víctima denunció la falta de diversas herramientas y el daño en el vidrio de una ventana que da al frente de la obra, todo por un valor estimado en los $20.000, relacionándose el hecho con actuaciones del GRT (Grupo de Respuesta Táctica), que lo identificó en la vía pública en las cercanías del hecho portando una mochila con herramientas varias que le fueron incautadas preventivamente ante la imposibilidad de poder determinar su procedencia.
Por otra parte, mediante el chequeo de registros fílmicos fue vinculado a un hurto en un CAIF de A. Estefanell donde escaló el muro perimetral, rompió una de las ventanas y robó varios juguetes por un valor estimado
en los $10.000.
