“La invención de la muerte” (colección Andanzas, Tusquets, 2022) es el más reciente trabajo de Rafael Massa, y si bien se trata del cierre de la trilogía que denominó La saga de la calle Yaguarón (junto a Todos mienten, 2017, y La estafa de la muerte, 2021, ambas de Estuario), es una obra que perfectamente se puede leer de manera independiente, aseguró el autor a EL TELEGRAFO. La presentación de esta obra en Paysandú tendrá lugar el próximo jueves 27 de abril, en El Prisma de Lunares, 18 de Julio 876, desde las 19.
La novela se inscribe, como toda la obra de Massa, en el género de la novela negra. “Transcurre mayormente en Montevideo, tiene que ver con una persona que detecta, digamos que a su disgusto, que varios criminales, a los que la justicia de alguna manera ha absuelto o ha dejado libres, están caminando por las calles de Montevideo, y resuelve hacer justicia por mano propia”, describió. A lo largo de las algo más de trescientas páginas se aborda el periplo del asesino “pero por otro lado hay todo un relato en primera persona, en la voz del asesino, que se recoge en un diario, donde va contando lo que está haciendo, por supuesto que sin develar su identidad”. La narración también la llevan otros personajes “a partir de los cuales se desarrolla la investigación para ver quién es ese criminal; obviamente hay un inspector policial que investiga, hay también un periodista que de alguna manera se ve involucrado, y están todos aquellos que se empiezan a poner nerviosos porque sospechan que pueden ser las próximas víctimas”.
POLÍTICO
Massa, que además de dedicarse a la ingeniería civil, su profesión, ha incursionado también en el periodismo, en diferentes medios de la capital, señala que la trama de su novela “tiene un anclaje muy fuerte en la realidad uruguaya, se puede inscribir en la novela policial, pero con fuerte contenido político”. En particular, explica, le ha interesado abordar “temas vinculados a la historia del país, al pasado reciente y su consecuencia en el hoy”. Refiere a “hechos que ocurrieron hace cincuenta años, que hoy siguen vivos de alguna manera, en primer lugar porque todavía hay muchos protagonistas que están vivos, pero en segundo lugar porque los temas vinculados a los crímenes y los delitos cometidos durante la dictadura, se han resuelto mal y tarde, en muchos casos. Y cuando las cosas no se resuelven bien, de una manera siguen en la superficie”.
Si bien se trata de un relato desde la ficción “es también como una suerte de aporte a la construcción de la historia. Más allá de los abordajes de nuestra historia desde el punto de vista periodístico, que hay muchísimo material, o desde el punto de vista histórico, donde hay mucho material, creo que hay sobrados ejemplos en la historia de la literatura donde el abordaje de los temas, de la realidad o de la historia de un país, la ficción literaria creo que complementa”.
AUGE
El género novela negra está viviendo una etapa muy auspiciosa, en palabras de Massa, un despertar, “aunque no de ahora, sino ya desde hace unos cuantos años, a nivel mundial y por supuesto a nivel local también”.
Hoy, considera el autor, es un derivado de lo que inauguró a mediados del siglo XIX Edgar Allan Poe, con Los crímenes de la calle Morgue.
“Durante los primeros ochenta, cien años, fue la novela ‘de enigma’, digamos. La novela negra, que se incorpora en los años 20 del siglo pasado, le da una vuelta al asunto: hace un giro y pone el crimen en la sociedad. Por supuesto que sigue interesando saber quién es el asesino, pero hay mucho más de descripción de las realidades sociales. En mi caso de las realidades políticas”.
