La AUF y Marcelo Bielsa acelerarán esta semana la posibilidad, cada vez más cerca, de que el entrenador argentino se haga cargo de la selección uruguaya de fútbol.
La diferencia económica se ha ido puliendo, y dejó de ser abismal, pero hay otros aspectos a definir.
Es que Bielsa es exigente. No deja detalle librado al azar, es puntilloso, y seguramente planteará dentro del vínculo solicitudes que apuntarán directamente al trabajo, las necesidades que entiende deben cubrirse y respetarse.
Una vez definidos estos aspectos, seguramente llegará la firma del contrato.
Hay algo que es claro: la AUF barajó la posibilidad de contar con Bielsa desde enero, pero es el argentino el que eligió, al menos por ahora teniendo en cuenta que resta la firma, dirigir a la Celeste.
Admirador y conocedor del fútbol uruguayo, seguramente no necesitó demasiado para que los dirigentes definitivamente se convencieran de la apuesta. Y Bielsa, dejando de lado la aspiración económica inicial, sabe que dirigir a la selección uruguaya será un punto importante en su carrera.
Seguramente el vínculo llevará a que el argentino tenga toda la maquinaria de selecciones a su cargo. En una tarea similar a la que tuvo Tabárez en su momento. Y no dejará detalle librado al azar buscando el mejor funcionamiento.
