Tradicionalmente los médicos veterinarios consultados recomiendan comenzar los tratamientos generacionales de garrapata a fines del presente mes de julio o comienzos de agosto. Los cambios climáticos que se vienen observando llevan a que se comience a analizar la posibilidad de iniciarlos antes, si es que las temperaturas aumentan durante este mes.
El tema garrapata fue considerado como “complejo” por el médico veterinario Serafín Ceriani Guerra. “Hubo un rebrote luego que empezaron las lluvias”, indicó en diálogo con EL TELEGRAFO. De todas maneras, entiende que el frío “va a frenar el impacto y la dificultad de momento, pero ya tenemos que empezar a planificar, haciendo un trabajo más intenso”.
Ceriani expresó que los cambios que ya se están dando de temperatura “hace@ que se dificulte el combate. Nos va a desafiar cuando tendremos que comenzar realmente con los tratamientos generacionales, que habitualmente se plantean para fines de julio y principios de agosto, que es cuando comienza a aumentar la temperatura. Y este año tuvimos días de calor hasta mediados de junio, y las temperaturas de las últimas jornadas no han sido tan bajas, por lo que la irregularidad del clima hace que el desafío sea grande”.
Es sabido que para un buen combate de la garrapata, “tenemos que empezar el tratamiento antes de que tengamos animales parasitados, porque los especialistas en el tema lo repiten varias veces, que si vamos a comenzar a tratar los animales cuando vemos la garrapata, vamos a llegar tarde, porque cuando vemos la garrapata ya es adulta, con 15 días arriba del animal y próxima a caer, y con la falta de eficacia de algunos acarecidas corremos el riesgo que esas garrapatas comiencen a caer en el campo, contaminen las pasturas y se perpetúe el problema”.
Precisó que “cuando se comienza firme a la salida del invierno, se logra adelantar a la presencia de la garrapata. Si durante el año se realizan los tratamientos en tiempo y forma, sin ningún inconveniente en la implementación de los planes, en general se lleva un año tranquilo desde el punto de vista de la presencia de garrapata”.
TRISTEZA
El director de CRIA también se refirió los casos de tristeza parasitaria, indicando que en los últimos quince “días hemos tenido varios casos”.
Sostiene que “esto puede posiblemente estar asociado a la sequía, que había llevado a una tranquilidad de productores y técnicos, porque el déficit hídrico disminuyó la forma de parasitar la garrapata, y se vio mucho menos cantidad de garrapata en el lomo de los animales. Pero fue cuestión de que aumentara la humedad para que explotara la presencia de garrapata”.
ANAPLASMOSIS
Serafín Ceriani citó casos de anaplasma, como un problema importante en el último mes. “Hasta hace 10 días tuve consultas por casos de tristeza”.
La anaplasmosis bovina es una enfermedad infecciosa, aguda a crónica, caracterizada por presentar anemia, ictericia y fiebre. El agente causante es una Rickettsia, Anaplasma marginal, que invade los glóbulos rojos produciendo luego la destrucción de los mismos.
Precisó que en un predio en donde venía trabajando, “ya sabían que tenían presencia de anaplasma, que tiene algunas dificultades particulares, porque se sabe que la garrapata no es el principal problema en la transmisión del anaplasma”.
En el anaplasma, “el principal problema somos las personas que trabajamos con los animales. Hay que tener control en el uso de agujas y guantes de tacto y demás”, subrayó, acotando que es asociado “a causa de un manejo que se había realizado en la dosificación hace un tiempo, además de algún problema de estrés en los animales, es que se haya dado este caso”.
Recordó que también lo llamaron desde un predio, “en donde en un principio me indicaban que no tenían problema con la garrapata, y cuando se hizo el diagnóstico se constató que había”.
Para Ceriani, para que no haya casos de tristeza “la mejor herramienta es la vacunación. Si bien el costo de la vacuna es elevado, se da una sola vez en la vida del animal”, finalizó.
