El lunes a la noche decidió quitarse la vida con un disparo. Waldemar Victorino, de 71 años, fue ingresado con muerte cerebral al CTI de la Española, donde falleció ayer ante la congoja del mundo del fútbol.
El delantero y goleador que brillara en Nacional y la selección uruguaya, no pasaba por una buena situación económica según allegados, lo que habría provocado que tomara la trágica decisión de quitarse la vida.
Fue en Nacional donde dejó una huella imborrable. Se formó en Cerro, vistió las camisetas de Progreso, River Plate, Deportivo Cali, Cagliari, Newell’s Old Boys, Colón, Audaz Octubrino de Ecuador, Liga de Portoviejo, América de Quito, Sport Boys y Defensor Lima, pero fue con el tricolor con el que alcanzó la gloria: fue campeón de América y del mundo.
En 1979 llegó desde River Plate a Nacional hasta marzo de 1981, y volvió al club en 1982. Sumó 48 goles en 91 partidos oficiales con la camiseta de sus amores. Y se dio el gusto de anotar el gol de la victoria contra el Inter en la segunda final de la Libertadores de 1980, y al año siguiente el que le dio a Nacional el triunfo en la Intercontinental frente al Nottingham Forest.
Victorino tuvo, además, un importante pasaje por la selección uruguaya, a la que le dio el triunfo ante Brasil en la final del Mundialito de 1980, en la que Uruguay se impuso 2 a 1. Además, en ese torneo festejó ante Italia y Holanda. Con la Celeste, Victorino jugó 22 partidos y marcó 15 goles.