Sobre el tema tan manido del pasaporte a Marset, un dato para reflexionar. Lamentablemente ha habido un mal manejo de las estrategias, y también de la comunicación, respecto a los temas sensibles que les ha tocado enfrentar.
Primero porque cuando tenés la seguridad de tener la razón, no hay mejor forma de defenderse que haciendo una cronología de los hechos y fechas (en especial tema pasaporte), para que quede claramente demostrado que se actuó de acuerdo a la ley y antes de que estuviera requerido por Interpol (código rojo), que por otra parte, donde estaba detenido, y por más pasaporte “real” que presentara, no debería haber sido liberado.
Lo segundo es que llama poderosamente la atención que, a ese nivel de gobierno y, en especial, un asesor de imagen y comunicación, no conozca que los mensajes de WhatsApp que se “borran”, en realidad no desaparecen y con un software adecuado se pueden recuperar. Ese software lo tiene la policía uruguaya desde hace más de 10 años (y también lo tienen particulares), por lo tanto, quien solicita a otra persona que borre los mensajes demuestra una gran ignorancia. Sí existen algunos sistemas de mensajería, que pueden borrarse los mensajes con total tranquilidad y un alto nivel de seguridad en cuanto a que no podrán recuperarse (Obviamente, este servicio no es gratis como sí lo es WhatsApp).
Tercero y lamentablemente, la sucesión de hechos de estas características, que no son rápidamente resueltos y aclarados, trae aparejado una serie de especulaciones, por las cuales terminas dudando ¿dónde está la verdad?, si es que hay una verdad absoluta o cada una de las partes dice verdades a medias, lo que genera la gran confusión de la gente.
David Doti