Luego de finalizada la primera final de la 20ª Copa Nacional de Selecciones OFI, el entrenador de Paysandú Carlos Cabillón compartió con EL TELEGRAFO sus impresiones sobre el partido, el rival, y la idea con la que la Blanca saldrá a jugar en Mercedes el sábado desde las 20.30 en el Estadio Koster, para traerse la octava copa a casa.
“Obviamente que la premisa era ganar, antes que nada; es una final del Interior y no hay rivales fáciles, todos sabíamos que no iba a ser posible conseguir una diferencia abultada porque el fútbol tiene estas cosas, rivales que por algo llegan a este tipo de instancias”, mencionó el entrenador.
Para Cabillón, que busca repetir título con la Banca luego de haber conseguido el campeonato de 2019, la premisa es clara de cara a los próximos días: “ahora nos queda trabajar durante la semana sabiendo que tenemos dos resultados que nos sirven. Iremos a pararnos en cancha contraria como normalmente lo hacemos e intentaremos ganar y venirnos con el título”.
El domingo, durante el segundo tiempo, muchos de los presentes en el Estadio Artigas vimos una cara de Soriano que no conocíamos, y desde el cuerpo técnico coincidieron en ese aspecto. “Yo creo que ellos elevaron el nivel de juego en esta primera final, sobre todo con respecto a lo que pude ver de Soriano anteriormente” dijo Cabillón. Y agregó que justamente lo contrario les ocurrió a los suyos: “con nosotros sucedió al revés, porque no pudimos manejar la pelota de la forma que acostumbramos, la perdíamos muy rápido o la dividíamos muy rápido y eso llevaba a que el rival nos atacara con espacios. Además, en el momento en el que pudimos haber convertido el tercer gol sale un contragolpe en el que ellos nos convierten y a partir de allí se hace más tenso el juego”.
Más allá de que no se consiguió una diferencia mayor, Cabillón concluyó que se logró lo que se buscaba en un principio, pues “el objetivo era conseguir los tres puntos y los obtuvimos; vamos con esa ventaja a Mercedes sabiendo que el rival está obligado a ganar”, remarcó.
