La semana que viene dará comienzo la veda de asfalto, determinada por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), que se extenderá hasta fines de julio. La medida se basa en la dificultad de una adecuada imprimación ante temperaturas muy bajas y alta tasa de humedad en las bases.
“En Uruguay son tres meses, y su aplicación obedece a que hay ciertas condiciones climáticas que se dan en esta época de frío y condiciones adversas, que pueden derivar en el desprendimiento en todos los tratamientos bituminosos que se hagan”, informó Horacio Mársico, director departamental de Obras.
Destacó, de todas maneras, que “en el caso de obras urbanas como la recuperación de calles, igualmente pueden hacerse, pero considerando la temperatura y otras condiciones. Además, las jornadas de trabajo se vuelven más reducidas en horario”. La veda de asfalto “se toma considerando la pérdida en todo sentido, tanto económico como de materiales, si ocurren desprendimientos. Al menos se debe aplicar con una temperatura de 70 grados y en estos meses se vuelve difícil. Todo depende de la obra. Si es una que demanda muchas toneladas de asfalto definitivamente no se hace. Lo mismo ocurre con las que son contratadas. La Intendencia no permite que se realicen porque hay importantes inversiones que deben ser cuidadas. Más allá que sea una norma nacional, la autoridad técnica en el país, la Intendencia la reafirma”. “Pero si hay que reparar alguna cuadra, tomamos en cuenta variables del tiempo, clima, heladas y temperatura, y cuando es posible se concreta, para beneficio de la población”, subrayó Mársico.
Asimismo aclaró que “la veda solo aplica a tratamientos bituminosos, no a carpeta asfáltica, cuya temperatura es de 160 grados, por lo que pueden continuar realizándose. Pero el tratamiento bituminoso, incluso por su espesor, se expone totalmente al aire y eso impacta negativamente en el trabajo”.
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