
Una red de reperfusión coronaria con apoyo de Inteligencia Artificial (IA), creada en el Hospital de Tacuarembó con el aval de la extensión del Centro Cardiovascular del Hospital de Clínicas, permitirá el diagnóstico precoz de las enfermedades cardiovasculares en pacientes que residen en centros poblados ubicados a más de dos horas de distancia de la capital departamental.
La reperfusión o restablecimiento del flujo coronario normal luego de la obstrucción de una arteria es pionera en el interior de Uruguay, en tanto permitirá la estabilización de los pacientes con infarto agudo de miocardio antes de su traslado al centro asistencial.
Antecedentes
El doctor Sebastián Albistur, profesor adjunto de la Unidad Cardiológica del Hospital de Clínicas, docente y cardiólogo intervencionista, integra el equipo de profesionales que concretó el protocolo de acción e incluirá a otros departamentos, como Artigas, Rivera o Cerro Largo.
“Hace unos dos años se abrió la extensión del Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE) en Tacuarembó para procedimientos intervencionistas coronarios. Inicialmente el equipo viajaba, pero ahora hay una asistente de cátedra que reside en Tacuarembó. Un cardiólogo intervencionista y el asesor del equipo se trasladan para cumplir con la cobertura y los procedimientos más complejos”, dijo a EL TELEGRAFO.
La instalación de la red “tuvo un impacto muy importante para acercar a la población con patología de infarto –que es tiempo-dependiente– la posibilidad de la reperfusión coronaria con fibrinolíticos, que abre la arteria y es el mejor tratamiento, con la oportunidad de hacerlo en menos de dos horas, hasta llegar al traslado para hacer la angioplastia”.
Recordó que “hace pocos años, este tratamiento se hacía solo en Montevideo. Hoy es en Tacuarembó y en Montevideo. Y en la capital, en el único centro asistencial público que es en el Clínicas. Todavía no es suficiente, porque hay centros poblados que no tienen la eventualidad de llegar en dos horas a la angioplastia”.
Explicó que en Tacuarembó surgió la necesidad de llegar con la cobertura a los centros poblados alejados de más de dos horas de la capital departamental, “en primera instancia era lograr el apoyo a los médicos generales para que puedan hacer un diagnóstico rápido respaldado por la IA y por el equipo de cardiología. Que esa primera aproximación sea respaldada por el equipo de Hemodinamia de Tacuarembó, que hace un diagnóstico más rápido y certero sobre el infarto con indicación de fibrinolíticos y luego resuelve el traslado al hospital”.
Importancia de las redes
Albistur señaló que esta forma de hacer funcionar la maquinaria existente y facilitar el diagnóstico, “son redes de reperfusión que, a nivel mundial, se establecen y logran ser eficaces en cada localidad. En Uruguay no hay una red y la idea es establecerla dentro de Tacuarembó. Y, como centro, se encuentra a más de dos horas de unas seis o siete ciudades que pueden tener personal las 24 horas, durante los siete días de la semana para la detección precoz del infarto con el respaldo del personal de Tacuarembó, que resolverá dudas. Con eso, se garantizará a la población un diagnóstico rápido y la medicación –si no hay contraindicaciones– así como la llegada a un centro de salud que resuelva la angioplastia y que puede ser Tacuarembó”.
El área de influencia estimada es de medio millón de personas. “Creemos necesaria su implementación y funcionamiento que equivale a tener una sala de hemodinamia disponible para la población en lugares donde no es posible su instalación por mantenimiento y recursos. Pero se logra una mejora sustancial en la atención de los infartos en la región norte y noreste del país”.
El médico y docente enfatizó que “si esto repicase en otros centros de referencia, lograremos mayores resultados. Pero por ahora hablamos de este proyecto porque no se ha hecho otro a nivel nacional. Hubo otros centros de reperfusión en el país, pero sin hemodinamia y este es completo porque se acerca a centros poblados donde no hay especialistas hasta llegar a Tacuarembó, donde se encuentra el tercer nivel de atención”.
Inteligencia artificial
Definió que la IA “son unos algoritmos que usa el electrocardiógrafo y da un diagnóstico con los colores rojo, amarillo y verde (de mayor a menor gravedad). Es una primera aproximación para el médico familiarizado con las alteraciones que detecta la IA por esos algortimos, lo sube a una nube que lo analiza y lo devuelve con el electro o un informe que deberá ser ratificado por el médico. Se ve si debe asociarse con otros elementos, pero las alteraciones no pasan inadvertidas y, por eso, es un apoyo para otras vías de comunicación. Como la telefónica con el personal de guardia en Tacuarembó o cardiólogos de guardia en Rivera, por ejemplo, que siempre tendrán la posibilidad de consultar a Tacuarembó”.
Esta tecnología, novedosa en Uruguay, “contará con seis dispositivos para ubicar en centros poblados con mayor impacto en la población, pero que cumplen con la ubicación de médicos durante las 24 horas, los siete días de la semana que es la exigencia para la actividad fibrinolítica que, al igual que la angioplastia, están financiadas por el Fondo Nacional de Recursos”.
En resumen, “es establecer un diagnóstico porque no se puede tener un especialista en cada localidad y es una tecnología que alerta. Evita que pase inadvertida una lesión para el ojo de alguien que no es especialista y que actuará en coordinación para reducir los tiempos, maximizar el esfuerzo y el ahorro de costos. Es un beneficio en la salud a mediano y largo plazo con una disminución de las consultas, porque se tratará al paciente de una forma más óptima”.