
Las pérdidas económicas de las cadenas de producción animal se ubican en el entorno de los U$S 800 millones de dólares anuales para el periodo 2011-2021. La información se desprende de la consultoría en Salud Animal en Uruguay: Gasto, Pérdidas e inversión en Investigación más Desarrollo, realizado por el Comité de Coordinación en Investigación en Salud Animal (Ccisa), creado en 2013. El Equipo Consultor, integrado por los doctores Darío J. Hirigoyen, Marcelo Rodríguez y Edgardo Rubianes, junto al licenciado en economía Diego Campoy, realizó en 2022 un relevamiento de la información disponible sobre el impacto de la Salud Animal (SA) en la economía de Uruguay, en términos de pérdidas económicas, gasto, así como también respecto a la inversión en I+D que se ha realizado en el área.
En los bovinos de carne se observa mayor variabilidad porque además de la evolución del precio, se incorporaron otras fuentes de variabilidad en parámetros tecnológicos dada la disponibilidad de información. La incidencia de bovinos de carne es en promedio el 55% del total de pérdidas captadas. Le siguen en relevancia, la cadena de bovinos de leche con 29%, y la cadena ovina un 14%.
Las pérdidas captadas equivalen al 34% del PBI pecuario (en año 2021 es de 29,5%). El gasto en Salud Animal equivalente al 28% de las pérdidas de las cadenas de producción animal.
Conclusiones
La temática es novedosa y en el país no hay publicaciones con similar enfoque, para lo cual se requirió el aporte de referentes y expertos de cada cadena de producción tanto privada como pública. Los abordajes económicos en Salud Animal, se postergaron por muchos actores políticos y por la profesión veterinaria.
Profundos problemas en la disponibilidad y uniformidad de datos en economía de Salud Animal, implicaron un esfuerzo en la agregación del análisis y la consistencia de las diversas fuentes. Razón por la que se perciben asimetrías, indica el informe.
En materia de I+D se invierte sólo un 2,2% del gasto anual en Salud Animal para financiar conocimiento científico y tecnológico relacionado. En Salud Animal cae desde el 0.16% del PBI agropecuario y del 0,26% del PBI pecuario para el año 2018 a 0,09% y 0,14%, respectivamente, para el año 2021.
Los 5 millones de dólares al año, invertidos en Salud Animal representan aproximadamente un 2,5% de la inversión anual en I+D del llamado núcleo científico-tecnológico público nacional en todas las áreas del conocimiento.
Agrega que cada U$S 10 de gasto de un productor de bovinos, el sector público gasta U$S 6, mientras que en el resto de las cadenas por cada U$S 10 que gastan los productores, el sector público destina U$S 2,7. La producción de ganado de carne es la cadena que insume mayor gasto, que llega en casi una década al 86% del gasto público y un 52% del gasto del sector privado. En los encierres a corral para mantener una mortandad en un 0,5%-1%, se estimó el gasto preventivo en Salud Animal de U$S 4 por animal que se encierra.
El gasto del sector público en Salud Animal, está determinado por el presupuesto de la DGSG.
En la cadena apícola el sector privado casi quintuplica los componentes del gasto público, siendo los productores apícolas quienes asumen el costo sanitario de la cadena con muy pocos recursos asignados por parte del sector público. El valor de las pérdidas económicas en Salud Animal, se relaciona con los niveles de mortandad y prevalencia de las enfermedades en cada cadena. En los ovinos la pérdida se ubican en el entorno de U$S 100 millón/año. El ratio pérdida en relación al KA= X 2011-2021 es de 23 %; en relación al PIB agropecuaio = 2,6% y en PIB pecuario =4,5%. El ratio de Ratio G/P = 10%. En bovinos de leche las pérdidas se ubican en el entorno de U$S 230 millón/año. Se consideraron la pérdida en la producción de carne, por muertes directas, terneros perdidos y hembras adultas que no están disponibles para la reposición por no haber nacido. Para el periodo 2010-2021 esas pérdidas son de U$S 27 millones/año.
En relación a las zoonosis, no fue posible la valorización de las pérdidas en la economía.
Se relevó información de casos y muertes para cuantificar el evento, pero no se logró realizar una valoración de los casos según sus derivaciones terapéuticas (convalecencias, discapacidades temporales o permanentes o tratamientos asociadas a cada patología). De la cadena acuícola no se obtuvo información que nos permitiera ponderar los niveles de pérdida que se podrían estar registrando.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones que establece el documento, se procura promover desde el Ccisa la colaboración con diferentes actores, para elaborar un sistema de información estandarizada para el seguimiento y monitoreo de la situación de la salud animal, contando con información de calidad para la definición de la política pública.
Formación y capacitación de equipos técnicos para registro, relevamiento y uso de datos en Salud Animal.
Sería deseable establecer en la contabilidad pública, una definición de centros de costos para el registro del gasto, a los efectos de identificar las asignaciones, monitorear y evaluar su gasto.
En este siglo
El periodo de trabajo abarcó desde el año 2000 hasta el 2021 intentando en las cadenas en que se dispone de datos, analizar la evolución asociándola a aquellos eventos que pudieron haberla influenciado. Abarcó diferentes cadenas productivas entre la que se consignan: Producción de carne bovina; de leche, ovinos, avícola; apicultura, acuicultura, porcinos, equinos, animales de compañía, junto a enfermedades zoonóticas. El relevamiento incluyó las enfermedades de los animales pero también otros problemas de salud vinculados por ejemplo con el bienestar animal, o problemas de inocuidad de los alimentos de origen animal generados en el proceso de producción (por ejemplo, por el uso de productos veterinarios), o dificultad en el acceso a ciertos mercados por barreras sanitarias con el enfoque de “Una Salud”.
Principales resultados obtenidos
El gasto en Salud Animal asciende a U$S 224 millones por año. Este monto presenta una evolución relativamente estable que acompaña la de las existencias animales.
La actividad relacionada con bovinos de carne y leche, ovinos y animales de compañía explican un 94% del gasto total, tanto público como privado.
Los bovinos de carne explican el 42% del gasto total. Le siguen en relevancias, la cadena de bovinos de leche con 16%, y animales de compañía con un 32% del gasto. El sector público marca presencia, tanto absoluta como relativa, en el gasto en bovinos de carne. El gasto de los hogares en Salud Animal de mascotas, en promedio representa el 41% del gasto del sector privado.