A sala llena se exhibió ayer el documental sanducero El kiosco y la torre. La directora Alejandra Planel y el protagonista Raúl “Cholo” Cabillón estuvieron presentes en la sala dándole a la presentación de la película un toque muy especial.
Como se adelantara en estas páginas, el documental trata sobre el enorme cambio que significó para Cabillón el tener que abandonar el kiosco en el que trabajara durante cuatro décadas cuando, en el 2019 se comenzó a construir la Torre de la Defensa. El exhaustivo trabajo de Planel al seguir a Cholo Cabillón durante su peripecia cruza el mero trabajo documental con la emoción que nació de encontrar un personaje con tanto que ver con la vida sanducera a lo largo de varias décadas.
Un ser apreciado y querido por todos los que lo conocen que, a partir del hecho de su desalojo del un lugar que nadie imaginó que cambiaría como cambió, se convirtió en una figura a la vez heroica y entrañable. Por todos estos motivos la sala se colmó no solo de los espectadores habituales que todos los viernes se acercan a disfrutar de las películas programadas, sino también por mucha gente que, conociendo a Cabillón no quisieron perderse la oportunidad de ver el documental que protagonizaba.
Al igual que el kiosco que el documental registraba, a manera de despedida, cómo desaparecía ante el avance de la construcción de la torre, la misma película, en su humildad, es un testimonio sin alharacas de un suceso inevitable y sin dudas no exento de polémica. Cualquiera que pase por la conocida esquina pensará que Goliat esta vez le ganó a David, y podrá tener razón. Pero el documental de Planel ahora quedará como fiel testigo de los hechos para la posteridad. El olvido nunca hará presa ni de Cabillón, ni de su lugar en este mundo.