Un hombre de 27 años fue formalizado por la Justicia luego de un procedimiento llevado a cabo por la Dirección Nacional de Aduanas en Paysandú, al pretender ingresar mercadería en infracción a través del puente internacional. De acuerdo con las estimaciones realizadas por Aduanas, el cargamento que era transportado en una camioneta con matrícula argentina fue valuado en más de un millón y medio de pesos uruguayos.
Información recabada por EL TELEGRAFO permitió saber que el hecho se registró el 23 de marzo cuando un hombre en una camioneta Peugeot Partner arribó al Área de Control Integrado del puente. Tras realizar el trámite necesario para ingresar al país, el rodado fue inspeccionado por personal de Aduanas y Prefectura de Puerto de Paysandú, encontrándose que llevaba bultos con bijouterie en acero quirúrgico. El hombre, en tanto, había indicado que se estaba mudando a Paysandú, luego de vivir varios años en Mendoza (Argentina), y que su idea era montar un local comercial para utilizar mercadería que le había quedado sin vender.
En la inspección, se constató que la bijouterie estaba sobre los asientos traseros y tapada por una frazada. El revisar con mayor precisión, se contabilizaron 5.343 anillos, seis paños de tela para muestra, 148 protectores de silicona para celulares, 10 bolsas con ganchos para exhibidores, una bolsa con eslabones, 2.428 pulseras con dije, 75 pulseras esclavas con dije, 111 pulseras esclavas cordón con dije, 820 pares de caravanas, ocho gargantillas de tela y 14 relojes.
Ante la evidencia presentada, la Fiscalía y la defensa del imputado acordaron realizar un juicio abreviado, por lo que B.O.I. fue condenado por “un delito de contrabando especialmente agravado” a la pena de 16 meses de prisión.
La misma será cumplida con seis meses de arresto domiciliario nocturno y diez meses con la obligación de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prohibición de salir del territorio nacional por el tiempo que dure la condena.
Por su parte, se dispuso el decomiso de la mercadería incautada, que queda a disposición de Aduanas, y la confiscación de la camioneta Peugeot, poniéndose a disposición del fondo de bienes decomisados de la Junta Nacional de Drogas.