A pesar de la alta infestación por el mosquito trasmisor del dengue en algunos lugares del territorio nacional, entre ellos Paysandú, Uruguay se mantiene actualmente sin casos de esta enfermedad, zika o chikungunya.
Para las autoridades sanitarias, esta “buena noticia” se debe a la respuesta de la población ante las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública (MSP), por lo que es fundamental mantener la prevención, especialmente ante la proximidad de Semana de Turismo, cuando muchos uruguayos se desplazan por todo el territorio del país o hacia lugares del exterior donde se registran casos de dengue y zika.
A nivel regional, especialmente en Brasil y Paraguay, la situación del dengue es muy severa desde fines de 2015 y está lejos de estar controlada. A su vez, el aumento de lluvias ocurridas en los últimos meses debido al fenómeno de El Niño han determinado una aparición más intensa de dengue autóctono en el norte argentino, así como el hecho de que hayan más provincias afectadas, llegando incluso hasta Buenos Aires y Córdoba.
En este sentido, el doctor Ricardo Gurtler, investigador en ecología del Conicet y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), expresó en una entrevista concedida a Clarín que “si la epidemia se materializa a nivel extendido en el país dependerá de la intensidad y efectividad de las acciones de prevención que puedan implementar los ministerios de salud y municipalidades y de cierto azar”, advirtiendo que en Argentina existe el riesgo de una epidemia como la que se sufrió en 2009, cuando se empezaron a detectar casos en el Chaco y Catamarca y el avance del dengue fue tan importante que abarcó desde el centro hasta el norte del vecino país, produciendo casi 27.000 infectados y 5 muertos.
En lo que respecta a Uruguay, hace poco más de un año la confirmación de un caso autóctono de dengue en el barrio montevideano de Pocitos –a los que siguieron otros– disparó todas las alarmas, generando notoria preocupación a nivel de la población.
No obstante, una vez pasado ese suceso y al no desatarse una propagación intensa de la enfermedad parece que cierta laxitud en la prevención ha sido una constante difícil de erradicar, a pesar de no haberse registrado casos de dengue.
Prueba de lo anteriormente expresado es que durante todo 2016 la cantidad de mosquitos por domicilio fue muy alta en todo el Uruguay, en especial en los departamentos con mayor densidad poblacional como Montevideo, Canelones, Maldonado y los del litoral Oeste. En Paysandú, el mes pasado la encuesta LIRA detectó un elevado riesgo de trasmisión de enfermedades por el mosquito Aedes aegypti, ante el incremento de larvas del mosquito.
De acuerdo a datos de la Dirección Departamental de Salud, en la ciudad capital se detectó un sensible aumento de la infestación con el mosquito, que fue del orden del 10%, frente al 8,8% del otoño anterior.
En virtud de esta situación, se dispuso la intensificación de las medias de prevención en todo el departamento habida cuenta de la existencia de criaderos por toda la ciudad y sus alrededores, con valores que superan lo esperado para esta época del año.
Además de las tareas de vigilancia epidemiológica exhaustiva de todos los casos sospechosos –hasta ahora se han estudiado varios posibles casos de dengue y zika, pero ninguno fue confirmado—el MSP también trabaja con los prestadores de salud a fin de capacitarlos respecto al reconocimiento de los síntomas y diagnósticos para estar preparados ante una eventual epidemia.
También se dio a conocer en los últimos días un instructivo nacional de control vectorial del Aedes aegypti, que implica procedimientos de fumigación en determinadas situaciones puesto que no se considera oportuno el uso masivo y reiterado de insecticidas, ya que generan resistencia en los insectos contra los posibles agentes.
La aplicación de este protocolo se concretará en todo el país con distintas condiciones, según se esté sin circulación viral demostrada, como hasta ahora, con algún caso aislado, o con circulación viral, como ocurrió en febrero de 2016 cuando se registraron varios casos en una misma zona. Por ejemplo, en al detectarse un caso de dengue, zika o chikunguña (autóctono o importado) se activará la fumigación contra larvas y mosquitos y el rociado de domicilios y sus alrededores y cuando se confirmen varios casos en una zona la fumigación será ampliada.
No obstante, no se realizarán fumigaciones masivas ya que está comprobado que los países donde se aplicó frecuentemente los insecticidas se fueron quedando sin herramientas para pelear futuras batallas porque crean insectos resistentes, como ocurre con los antibióticos y las bacterias.
Por otra parte, ante la proximidad de Semana de Turismo se vuelve necesario reforzar la prevención tanto en nuestras ciudades y destinos turísticos como por parte de las personas que viajan a países de la región, como Brasil, donde el dengue y demás enfermedades trasmitidas por mosquitos están presentes.
De acuerdo a algunas opiniones, el boom de turistas uruguayos que está viajando al extranjero, tuvo que ver en la aparición de casos de dengue de 2016.
En este sentido, las autoridades manejan que con los niveles de infestación de mosquitos existentes en la región y la continuación de los viajes al exterior, aumentará la exposición al virus. En el caso de personas que viajan a lugares donde se registraron estas enfermedades, como es el caso de Brasil, Salud Pública recomienda la utilización de repelente por lo menos hasta los 20 días siguientes a su retorno, como forma de evitar la propagación de la enfermedad si hubiera contraído el virus. Además sugiere dormir en lugares protegidos por tejidos mosquiteros, usar ropa de colores claros y cubrir lo más posible el cuerpo, sobre todo al amanecer y al atardecer.
La eliminación de agua estancada de los lugares donde los mosquitos se reproducen, tales como viejos contenedores, floreros, jaboneras, recipientes donde se colocan cepillos de dientes, juguetes, macetas vacías y neumáticos usados, son medidas preventivas básicas y conocidas hasta por los niños más pequeños de las escuelas. El dengue es una enfermedad que llegó para quedarse. El carácter lluvioso del reciente verano y las altas temperaturas actuales consolidan la situación de alerta. Las conductas personales en relación a este tema cuentan. Parte importante de la prevención de una epidemia está en manos de cada uno de nosotros como ciudadanos. A no bajar la guardia.