La Federación Rural denunció en el congreso número 100 realizado ayer en Lascano, Rocha, que “de mantenerse la situación” que atraviesa actualmente el sector agropecuario en el país, “el desmantelamiento de la cadena productiva es inevitable”. Más allá de manifestar “la firme disposición de seguir trabajando para cambiar esta realidad, con espíritu constructivo e independencia, sin ataduras”, sostiene que “no se puede hablar de trabajar para la excelencia y recibir los peores precios de la región”.
Ante la presencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, que participó como ya lo ha hecho en otras oportunidades, la gremial indicó en la proclama que “la realidad del campo y la producción agroindustrial se ve afectada por problemas tales como: dólar bajo, combustibles caros, tarifas públicas e impuestos caros, en definitiva costos internos altos, que asfixian a los productores y a toda la cadena agroindustrial. Recibiendo un severo ajuste fiscal como consecuencia del excesivo gasto público, un déficit fiscal descontrolado y una deuda pública cada vez mayor”.
El texto de la proclama resalta que después de una década de buenos precios “vemos un sector que afronta un endeudamiento creciente, falta de inversión, pérdida de fuentes de trabajo y de productores”. Para poner solo un ejemplo, “el gasoil, que constituye uno de los insumos más relevantes, la evaluación de la diferencia entre el precio de este combustible en el Uruguay y el precio de paridad de importación muestra una pérdida cada vez mayor. A partir del año 2014, esta diferencia está en el entorno de los 12 pesos por litro, solo en el sector lechero determina un sobrecosto de 17 dólares por hectárea”. Agrega que en los últimos años en el sector lechero “hubo un abandono de la actividad del orden de 16,5%, donde la mayor cantidad de tambos que cerraron son productores menores de 50 hectáreas. La mayor deserción se da en los pequeños productores”. Establece que en el sector agrícola “solo los buenos rendimientos pudieron disimular los tremendos costos de producción. En el comienzo de la cosecha se anuncian exigencias inconsultas que implicaron una baja de rentabilidad solo asumida por el productor. Todos estos inconvenientes hacen una pérdida de ingresos de 40 a 50 dólares por hectárea, que inviabilizan aún más los cultivos de invierno tradicionales”.
En cuanto al sector ganadero, la Federación Rural sostiene que “no escapa a los problemas de costos antes expresados; también entendemos oportuno que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) haga un estudio de costos y beneficios de la trazabilidad obligatoria en todo el rodeo nacional, para de esta forma evaluar los resultados que han habido para el país y los productores”.
COMPETITIVIDAD
En su discurso de cierre del Congreso, el presidente de la Federación Rural, Jorge Riani, señaló que “el valor del dólar afecta la competitividad y debe reflejar la realidad de nuestros competidores”. En esta línea también afirmó que “hay que bajar precio de los combustibles y para ello liberar la importación del gasoil”.
Con respecto al mercado de haciendas, dijo que “mientras no haya transparencia, defendemos la tercera balanza” y afirmó que se debe “velar para que siga la exportación en pie sin contratiempos para favorecer a la cría”. Agregó que Uruguay “debería exportar ganado gordo también para que los productores tengan más poder de negociación con los frigoríficos”.
Al hablar de seguridad, “valoró el trabajo de la comisión de seguridad rural” y felicitó al gobierno.
Respecto a la política que desarrolla el Instituto Nacional de Colonización (INC) para la entrega de fracciones, expresó que “la idoneidad debe ser un requisito clave para los aspirantes a colonos” y aseveró que no se debe “politizar la colonización”.