La edila frenteamplista Silvia Fernández destacó, en planteo realizado en la Junta Departamental, que “el gobierno apoyó a los trabajadores rurales en los Consejos de Salarios y aprobó una propuesta que genera incrementos de sueldo que oscilan entre el 20 y 40 por ciento”. Según cifras que brindó, el sector ocupa unos 50.000 trabajadores, para los que “el gobierno había propuesto un alza a 9.700 pesos retroactivos al 1º de julio (de 2016) para la categoría más baja del sector arrocero, que subiría a 11.015 el 1º de julio próximo. Para todos los sueldos agropecuarios inferiores a 15.000 pesos, el gobierno quería un alza de tres por ciento real anual durante la vigencia del convenio. Si observamos los números, no estamos hablando de nada imposible. No olvidemos que, en la relación laboral patrón-trabajador, el generador de la riqueza es el trabajo, por lo tanto el cuidado del trabajador rural no debe quedar en la palabra, sino que debe ser reconocido en sus derecho”.
Además, la edila fustigó la postura de la Federación Rural, que sostuvo que “el gobierno no fue imparcial” y recordó que su presidente, Carlos Uriarte, acusó al gobierno de actuar “en forma arbitraria” y que las negociaciones le provocaron “una gran desazón. Más allá del monto del incremento salarial –dijo Uriarte– el modo de discusión me dejó mucho que desear; el Poder Ejecutivo se inclinó siempre por los trabajadores y sentimos que no teníamos poder de negociación”.
BENEFICIOS CAÍDOS
Aseguró que cuando se dan situaciones así, “el gobierno trata de compensar los beneficios caídos con aumentos salariales más importantes. Queda claro que las concepciones políticas e ideológicas del gobierno son opuestas a las del sector (empresarial) cuando tanto se habla de que ya no hay ideología, lo que confirman esas palabras de la Federación Rural. El gobierno tiene dos opciones: lauda su posición o evalúa y considera las propuestas de las partes. En este caso, no cabe duda de que el gobierno, que ha creado muchos derechos a trabajadores rurales, tomó la decisión que la izquierda debe tomar. Esta postura es ideológicamente de izquierda y beneficia a quienes son más vulnerables en la negociación”.
Fernández sostuvo que “la patronal hace lo de siempre, amenazando a los trabajadores con los puestos de trabajo, cuando todos sabemos que es un sector de los que más se han beneficiado en los últimos 12 años –dicho por los propios productores de los que conozco unos cuantos–. No desconocemos la importancia del sector en la economía del país, donde los trabajadores son generadores también de la riqueza”.
