Pérdidas totales sufrió una familia compuesta por una señora de 51 años y sus hijos de 25 y 11, al desatarse un incendio en su vivienda, que además causó destrozos en la finca lindera, donde vivía un matrimonio y sus tres hijos de 19, 17 y 9 años, y que luego debió ser derribada por máquinas municipales. El hecho ocurrió próximo a las 2 de la víspera, en el barrio Río Uruguay, en las inmediaciones de Proyectada 46 y Éxodo.
En la fría y silenciosa noche, el sonido de la sirena de Bomberos llamó la atención de más de uno y de inmediato se comenzó a consultar, a través de los servicios de emergencia, qué podría haber ocurrido. Alertado, EL TELEGRAFO salió tras la autobomba Nº 400 y arribó de forma simultánea a la finca que, debido a la alta combustión, ya había sido tomada por las llamas. Los efectivos del cuerpo local de Bomberos comenzaron a trabajar en pos de extinguir el fuego que amenazaba con propagarse hacia la finca lindera. Fue necesario utilizar otra autobomba y luego recargar una de las unidades.
Ambas casas estaban unidas por el mismo techo de dos aguas, construido con chapas de zinc y dolmenit con tirantes de madera y aluminio, el cielorraso era de poliuretano. El fuego consumió las paredes de yeso con poliuretano de las fincas de aproximadamente unos seis metros largo por cuatro de ancho. Si bien una de estas fue la que quedó totalmente devastada, la otra sumó varios daños, ya que los tirantes y las paredes resultaron quemados. Tras una inspección de rigor, se constató que la casa perteneciente a la familia Scagnegatti exhibía peligro de derrumbe y no podía volver a ser habitada. Como resultado, máquinas municipales se encargaron de derribarla, luego de extraer alguna pertenencia que no había sido afectada por el fuego. Para colaborar con la familia Gómez, comunicarse al celular 096121547 o en Juan Manuel Blanes Nº 3373. (Más información en edición impresa)