Las abundantes lluvias que se han registrado este año no han permitido una buena siembra de pasturas y, en muchos casos, se han perdido las avenas o han sobrevivido muy pocas plantas que no logran desarrollarse, por lo que algunos productores analizan realizar una siembra de pasturas para aprovechar la pausa en las lluvias.
Desde el Instituto Plan Agropecuario se recomienda no realizar siembra de pasturas en los meses de junio, julio y agosto. El ingeniero agrónomo Julio Perrachón dijo que “el tiempo ha venido bien, teniendo en cuenta que estamos en invierno. Lo normal es pocas horas de luz, bajas temperaturas, frío y heladas. Por lo tanto, un suelo más frío y mucha humedad. Eso para la siembra y la germinación de una pastura no son las mejores condiciones”.
Explicó que de la misma manera que existe una fecha ideal de siembra para el trigo, la soja o el maíz, en pasturas también tenemos una fecha ideal, “por lo que advertimos que los meses de junio, julio y agosto no son los más adecuados para hacer una siembra de pradera”.
La propuesta del Plan Agropecuario es “dejar esas chacras para sembrar a fin de agosto, setiembre o primeros días de octubre, cuando las condiciones del clima van a ser mejores, tenemos días más largos, temperatura y una humedad adecuadas para que todavía germine”.
Entiende que “la clave para tener una pastura de alta producción y que dure tres, cuatro o más años, es tener un buen número de plantas al inicio. Para ello, además de tener una semilla de calidad y una buena preparación de siembra, también la fecha de siembra es clave para obtener esos resultados”.
Con respecto a las praderas que se han logrado implementar, el técnico dijo que para “las pasturas sembradas con 40 o 50 días, la clave es cuidarlas, no pastorearlas”.
En las jornadas y actividades con productores “se observa que lo más importante en este momento es el crecimiento radicular. Uno se preocupa porque no ve crecimiento de hojas o lo ve muy poco, en esta época crece muy poco. Pero si uno escarba y busca las raíces, muchas veces vemos una raíz que tiene 5 o 6 veces más tamaño que la parte aérea”, dijo el profesional.
Recordó que “para las pasturas, las raíces son fundamentales porque de ahí va a sobrevivir a una seca, se va a alimentar y va a tomar agua; a respirar. Por lo tanto, el crecimiento radicular en todos los cultivos, pero principalmente en las pasturas, es clave para que duren cuatro o cinco años”.
La recomendación del Instituto Plan Agropecuario es “cuidarlas, no pisotearlas y sí se hace algún pastoreo, hay que hacerlo con categorías chicas, con lanares o terneros”. Debe ser “rápido, para que estén el menor tiempo posible sobre la chacra y que venga forraje nuevo”.
En el caso de las pasturas ya instaladas, con dos o tres años, Perrachón indicó que “hay que cuidar es el pisoteo, por eso es importante tener alternativas de pisos más firmes, de pasturas más viejas y también de verdeos que se pueden castigar; también producir muy bien en invierno, por lo tanto la diversificación de especies es clave”. El profesional explicó que el productor, a la hora de planificar una siembra de pasturas, debe tener en cuenta que “debe buscar la mejor compañera. Después colocarlas en los lugares que logren la mayor producción de forraje, para tener una combinación de especies y mezclas que favorezcan un alimento lo más parejo posible durante todo el año”.