Recientemente se concretó la primera exportación de flor de cáñamo en forma experimental, luego de que un empresario suizo comprobara la excelente calidad del producto y adquiriera rápidamente lo que se produce en un emprendimiento del litoral.
Más allá de tratarse de apenas un kilo del producto, “la idea fue hacerlo en forma experimental para analizar los procedimientos que se deben realizar para cuando el próximo año aumente la producción”, indicaron fuentes de la empresa que cuenta con la habilitación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para su plantación y los clones registrados en el Instituto Nacional de Semillas (Inase).
Explicaron a EL TELEGRAFO que “comenzamos en 2010 a probar variedades de cáñamo industrial para producción de fibra y de grano en Estanzuela. Contratamos el servicio durante 3 a 4 años para hacer evaluación, aclarando que en esa época Estanzuela sacó un lindo material sobre cáñamo industrial. Ahí confirmamos que el rendimiento de cáñamo para fibra y para grano podía ser una opción productiva interesante”, indicaron.
Dentro del cáñamo industrial, hay plantas seleccionadas para la producción de CBD. La planta de cáñamo, de cannabis o de marihuana “produce en la flor dos sustancias principales, que son el Delta 9 hidro cannabinol DHC, la sustancia psicoactiva, y también produce CBD cannabidiol”, manifestaron. “Las dos tienen importancia social”, sostienen. “Una porque la gente que consume el psicoativo (obviamente para ellos es importante), pero coincide que en general las plantas que producen mucho de un producto, producen menos del otro, o están seleccionadas de esa manera”.
Agregaron que “nosotros que plantamos cáñamo industrial, las variedades que tenemos no pueden tener más de 0,5 % de THC, lo que significa que es imposible usarlo como droga. No funciona como psicoativo”, aclararon.
