Progreso lo ganó por insistencia

Luego de un primer tiempo chato y aburrido, Progreso puso quinta en el complemento y se llevó por delante a Barrio Obrero, aunque solo pudo vencerlo por 1-0 y con un penal errado, justamente un minuto antes del único tanto del partido. El equipo de Charles Silvera demostró en el segundo tiempo que tenía un mejor plantel –del banco llegaron las respuestas– y que también pretende pelear arriba el Honor del fútbol sanducero, y de no ser por la quita de puntos que acarrea del pasado año, hoy estaría momentáneamente en lo alto de la tabla del Apertura.
El viento y una cancha llena de baches tenía por consecuencia lógica los pelotazos, centros, imprecisiones. El primer capítulo apenas tuvo un par de tiros al arco, algunos pelotazos largos que recurrieron el esfuerzo de los defensas y poco más. Hubo un balón a la zona de Progreso, desde una pelota quieta, que recorrió el área y terminó yéndose por la línea de fondo, cerquita del palo derecho del arquero. Con pereza se estiraron algunos delanteros de local, sin éxito.
Tras el descanso llegó lo mejor del partido o, mejor dicho, la mejor versión de la visita. Los ingresos de Trinidades y Guzzoni en Progreso resultaron clave. Las asistencias de Ramírez también. La visita se soltó e hilvanó buenas combinaciones ofensivas. Los pases largos en profundidad volvieron loco a la defensa de Barrio Obrero. La apertura, que tanto se tardaba, estuvo cerca en el minuto 76 en los pies de Guzzoni, pero falló solo ante el golero.
Cinco minutos más tarde el juez Schneider pitó penal para Progreso luego de una clarísima mano de Jarque en el área local. Pero Coelho se confió, su disparo casi al medio fue atajado por Ruiz Díaz y en el rebote, de manera increíble, se lo perdió Trinidades. El delantero, que no paraba de correr y de generar peligro, tuvo un minuto más tarde su revancha. Cazó un pelotazo largo y, dejando atrás a la defensa, definió por arriba del golero a falta de siete para el final.