Roberto Kreimerman: imaginar “una ciudad donde haya desarrollo productivo con igualdad social”

“Básicamente, creo que en veinte años, lo que se busca para Paysandú –si bien es imprescindible tener resultados a corto plazo, porque son los que sustentan los a mediano plazo– es que la mayoría de la población tenga trabajo, que desde otros sitios sean atraídos técnicos y profesionales por la calidad de vida de la ciudad, por las atracciones que tenga, con los temas ambientales resueltos; una ciudad donde haya desarrollo productivo con igualdad social y transformación ecológica”.
Palabras de Roberto Kreimerman, exministro de Industria, Energía y Minería, después de ser director Nacional de Industria y subsecretario de esa Secretaría de Estado. En estas horas volvió a Paysandú –este Paysandú donde vivió en total 25 años, casi la mitad de su vida, la mayor parte cumpliendo tareas ejecutivas en Paycueros– como consultor de la Intendencia Departamental de Paysandú.
La Administración Caraballo ha lanzado el desafío de pensar, soñar, proyectar El Paysandú Que Queremos. Dentro de eso, se ha acordado con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) un par de convenios, el último de los cuales permitirá estudiar las posibilidades de producción, comercio, educación específica y empleo del Paysandú que vendrá en un tiempo que hoy parece eso que se denomina “mediano plazo” pero que al fin de cuentas, termina siendo un día de estos. Para participar de ese proceso, la intendencia convocó a Kreimerman, que no es sanducero, pero casi.
Claro, será un camino largo y ventoso, como cantaban los cuatro inolvidables, esos ingleses universales, The Beatles. En primer lugar porque Paysandú –más allá del orgullo que despierta en nosotros, en nuestra sangre heroica y ese pasado inolvidable de haber sido el polo de desarrollo de grandes industrias– es solo un departamento, en una estructura de Estado central.
Como lo reconoce Kreimerman, “el país depende absolutamente de la demanda” para sus exportaciones. No obstante, “casi todos los países que se desarrollaron se iniciaron con exportación de producción primaria, pero lograron poner parte de esas ganancias en el desarrollo de las industrias y más adelante en el desarrollo de servicios inteligentes”. Buen dato, pero eso ciertamente no ha ocurrido en este país cuña entre dos grandes, ni antes ni ahora.
Pero bueno, mirando al horizonte, que en realidad hacia allá vamos, con nuestros aciertos, nuestros dolores y nuestras decepciones, “el desarrollo en definitiva, visto por los economistas, es el cambio constante hacia los mismos sectores (productivos), pero mejorando la calidad de trabajo y tecnología. Las ganancias en esas actividades deberían reinvertirse en el país para mejor tecnología y desarrollo”. Tiempo hay, pero habrá que hacerlo. Alguien tendrá que hacerlo en eso que seguimos llamando “mediano plazo”.

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