Desde el inicio de la comercialización de cannabis recreativo legal el pasado 19 de julio, Estados y bancos internacionales han puesto el ojo en la medida y no de manera positiva. Por lo pronto, el banco Santander clausuró la cuenta de al menos un farmacéutico que vende marihuana en su local, porque ese dinero que genera proviene de una actividad restringida en la mayoría de los países del mundo, informó El Observador. La farmacia Medicci de Paysandú, la única de la ciudad que ofrece cannabis –la otra del departamento es la de las Termas de Guaviyú– no ha tenido problemas al respecto al trabajar, en gran medida, con el Banco República (BROU).
“A nosotros no nos afectó para nada. Trabajamos en un 90% con el BROU y el resto con el Santander, y nadie nos dijo nada. Sé que hubo dos farmacias que les cortaron las cuentas, les informaron desde España que al tener la venta de cannabis no podían seguir. Quizás trabajan mucho con el Santander y los complicaron”, comentó a EL TELEGRAFO, el dueño de Medicci, Antonio Abreu.
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