El culebrón futbolístico del año empezó a resolverse: el brasileño Neymar anunció ayer a sus compañeros del Barcelona que abandona el club, con destino al París Saint-Germain que pagará los 222 millones de euros de su cláusula de rescisión. La estrella de Brasil jugará junto al uruguayo Edinson Cavani. Wagner Ribeiro, asesor del astro brasileño, aseguró que el PSG abonará esta cantidad “en las próximas horas”, consumando el traspaso más costoso en la historia del fútbol, más del doble que el fichaje de Paul Pogba al Manchester United hace un año por 89,3 millones de libras (105,2 millones de euros).
Antes, el futbolista había puesto fin a semanas de especulaciones sobre su futuro. Con gesto serio se presentó al campo de entrenamiento del Barça, pero ni siquiera se vistió para practicar: “Comunicó a sus compañeros que marchaba”, dijo una fuente del club a la AFP. Poco después, el brasileño de 25 años, que jugó cuatro años en el club, se presentó ante la directiva.
El elevado monto no parece echar atrás a los propietarios del PSG, Oryx Qatar Sports Investments (QSI), empeñados en convertir al club parisino en uno de los gigantes de Europa y alzarse con un título de Champions League, competición en la que no consiguen pasar de cuartos de final.
Para el brasileño también será una oportunidad de probarse a sí mismo fuera de la sombra del astro argentino Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez, con quienes formó un ataque demoledor que ganó dos Ligas, una Champions y tres Copas del Rey.
“Fue un placer enorme haber compartido todos estos años con vos, amigo Neymar. Te deseo mucha suerte en esta nueva etapa de tu vida. Nos vemos. Tkm (Te quiero mucho)”, dijo Messi en Instagram. “Gracias hermano. Te echaré de menos tío”, respondió Neymar en la red social. El anuncio de la partida de Neymar al París Saint-Germain era el asunto más comentado en Twitter a nivel mundial ayer, superando con creces en Brasil a la discusión de la denuncia por corrupción contra el presidente Michel Temer, en el noveno lugar en la red social.
