(EL OBSERVADOR)
El desequilibrio de las cuentas públicas se mantuvo estable en julio y, de cara al cumplimiento de las metas del gobierno en materia fiscal, eso representa un desafío. Pese al ajuste en curso, los analistas son escépticos respecto a la posibilidad de que la actual administración cierre su gestión con un déficit de 2,5% como ratificaron las autoridades en la última Rendición de Cuentas.
Los datos difundidos por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dan cuenta de un rojo en las cuentas públicas equivalente a 3,6% del PBI en los 12 meses finalizados en julio. Ese ratio se mantuvo si se compara con el año móvil finalizado en junio, pero implica un incremento de dos décimas respecto a los 12 meses terminados en julio del año pasado.
En su última Rendición de Cuentas, el equipo económico previó un déficit fiscal de 3,3% del PBI para el cierre de este año, por debajo del 3,9% de 2016, al tiempo que el objetivo del gobierno es reducir esa cifra en los próximos dos años en 0,4 puntos porcentuales cada período para así llegar a 2,5% del PBI en 2019.
La mediana de los economistas consultados por la Encuesta de Expectativas Económicas de El Observador en su última edición –relevamiento realizado en la última semana de julio– anticipa un rojo de las cuentas públicas de 3,5% del PBI tanto para el cierre de este como del próximo año.
