No era su casa

El propietario de la finca donde ocurrió el hecho de atentado violento al pudor contra una niña comunicó a EL TELEGRAFO que el ahora procesado vivía allí “a préstamo”.
La familia, que trabaja en el interior departamental se traslada de forma asidua a su casa, ubicada en las inmediaciones de Larrañaga y Luis Batlle Berres. El propietario de la casa dijo que a raíz del episodio con B.S.J., de 58 años, han recibido amenazas de que les prenderán fuego la casa. Pero “es la casa que levantamos con nuestro trabajo. Entiendo la impotencia de la gente, pero es nuestra casa, no la del procesado, que ya está preso”, comentó.