“Pintillo” volvió a matar cruelmente a un perro; institución civil exige justicia

Imágenes proporcionadas y publicadas por ONG "Amigos de los Animales".

Si bien es cierto que una persona es inocente “hasta que la Justicia demuestre lo contrario”, en este caso los antecedentes, el hecho y la denuncia realizada por un familiar no dejarían cabos sueltos para determinar la responsabilidad de un hombre, que dio muerte de manera cruel a un perro.
“Pintillo”, con aparentes alteraciones psiquiátricas, potenciadas por el consumo problemático de drogas, volvió a matar a un perro. Usó igual método que en julio de 2016: asesinó al perro a pedradas en un apartado del predio del antiguo zoológico departamental, luego lo descuartizó y despellejó para llevarse la parte del tronco del animal en un bolso negro.
Se presume que –como hizo el año pasado– intentaría vender la carne como si fuera un cordero. En tal sentido, la organización civil “Amigos de los Animales”, condenó el accionar y exige que la Justicia disponga un fallo acorde: que sea procesado, o bien –si su condición fuese de inimputable– se resuelva su internación en una clínica para enfermos mentales. “Pero que no quede libre como la vez anterior”, sostuvieron.
EL PERRO DE LA FAMILIA
De acuerdo con datos recogidos por EL TELEGRAFO, en la mañana de la víspera un señor que se encontraba de recorrida por las calles internas del parque municipal halló restos, de lo que parecía ser el cuerpo de un perro, diseminados entre la vegetación.
A simple vista podía apreciarse una cabeza, dos patas, vísceras y partes de cuero del animal. El color del pelaje y otras características permitieron al hombre sospechar que podría tratarse del perro de su vecina. De inmediato concurrió a la finca de ésta, a pocos metros de la entrada al parque, y le avisó de lo ocurrido.
La mujer constató, entonces, que el perro pitbull que tenía atado junto a una casilla de madera y chapa, en la vereda enfrente a su casa, no estaba. Al ir hacia el predio reconoció que se trataba de “José”, el perro que había adoptado con ocho meses y ahora tenía cerca de tres años. Lo recibió con sarna y con bajo peso, y ayudó en su recuperación.
Sin dudas, debido a que el año pasado un familiar de su pareja había dado muerte a tres perros, con similar práctica y en el mismo lugar, dio cuenta de lo ocurrido a la Policía y denunció al joven como autor de la matanza.
Al arribo de personal de la Comisaría Primera, “Pintillo” estaba durmiendo en su pieza. En tanto, a un costado, tenía un bolso negro que contenía el tronco de un animal como si se tratase de un cordero listo para consumo. Tras ser constatado esto, la Policía detuvo al sujeto y lo trasladó a la comisaría, junto con el bolso conteniendo la carne.
EL ROL DE LA INSTITUCIÓN
La Policía puso en conocimiento del hecho a integrantes de la organización “Amigos de los Animales”. La referente Laura de León fue la primera en llegar. “Me llamaron de la comisaría para que fuese el veterinario Germán Matosas a certificar que el cadáver que tenían ahí carneado era de un perro y no un cordero, como pasó en el episodio anterior con este tipo que volvió a las andadas”, relató a EL TELEGRAFO.
El veterinario “le hizo la pericia al perro, incluso había una parte que aún tenía el cuero”. “Igual que la vez anterior, se notaba clarito que se trataba de un perro. Por la contextura física del animal, se trataba efectivamente de un pitbull”, agregó.
De León se dirigió entonces hacia el zoológico “que fue donde lo mató a pedradas”. “Saqué fotos para que todo quedara documentado y de ahí me fui a la comisaría donde hice la denuncia, aunque ya lo habían hecho. Él (por ‘Pintillo’) estaba ahí. Cuando fue el veterinario, ya estaba en el juzgado. Pero si es que la jueza pidió la pericia psiquiátrica se repite todo y es el santo botón porque después dicen que está loco y es inimputable, y no pasa nada. Hasta que no mate a alguna persona va a seguir igual”, comentó.
Sobre el hombre señalado como autor de la muerte de “José”, la activista dijo que “tiene antecedentes penales”.
“Hablé con sus padres. El padre –incluso– era dueño del perro que mató la primera vez que luego vendió como cordero. Inclusive la perra que aquel momento también carneó y comió la habíamos castrado nosotros”, detalló.
Como organización que vela por los derechos de los animales, “exigimos un dictamen, como también lo esperamos la vez anterior”. El año pasado, “se hizo una pericia psiquiátrica pero no se lo internó ni procesó”.
“El tipo siguió libre y matando animales. Pero todos los psicópatas empiezan así, con animales y después con gente. Parece que hasta que no haga eso, no piensan hacer nada”, manifestó De León.