Dejó constancia de la importancia del Estadio Cerrado para Paysandú. También dijo que para arreglar el techo se recurrió a una empresa con experiencia, aunque el trabajo no resultó. Y además sumó que el objetivo pasa por arreglar el techado del Estadio Cerrado no solo por lo que significa el escenario para el departamento, para poder desarrollar las actividades previstas de las escuelas deportivas, sino también para recibir el clásico entre Uruguay y Argentina el próximo junio.
Julio Logiurato, director de Deportes de la Intendencia, aseguró que el techo del escenario se llueve pese a los pasos que dio la comuna en búsqueda de un arreglo definitivo. “Se contrató a una empresa con experiencia en el tema, cuyos integrantes eran extrabajadores de la empresa Chipilov, que diagnosticaron y dieron la solución. Fue un típico contrato de obra”, señaló.
“Hicimos las cosas con sentido común: fuimos a una empresa que tenía la experiencia para hacer el trabajo, y también arreglamos el piso. Fueron trabajos con muy poca diferencia de tiempo por las necesidades del momento, porque comenzábamos una relación con la Federación Uruguaya de Básquetbol (FUB) que implicaba el Partido de las Estrellas, dos finales de la Liga Uruguaya y algún amistoso de la selección, más allá de lo que implica el Estadio Cerrado por su actividad, dado que que es el principal escenario deportivo de Paysandú”, recapituló.
Por eso, Logiurato afirma que se buscó una solución definitiva el año pasado (“la intención de la Intendencia no es remendar”), pero sin suerte. “Entendimos que la empresa tenía la experiencia, al igual que Oxypal en la colocación del piso. Fue el mismo criterio que empleamos para las dos cosas, pero en el tema del techo no se solucionó y es algo que no podíamos prever”, dijo.
El techo se reparó, pero donde antes no había goteras comenzaron a aparecer. Y llegó un momento en el que la empresa contratada “expresó no tener cómo solucionar el tema, y se decidió de común acuerdo no pagarle una parte del trabajo realizado”.
Tras ver cuál era la realidad, el propio Logiurato decidió comunicarle a la FUB la situación, y no traer a Paysandú las dos finales de la Liga y los amistosos de Uruguay “por una cuestión de seriedad”.
A fines de febrero
Lo que está claro es que el Estadio Cerrado necesita una intervención de manera urgente. No solo porque “tiene un significado patrimonial y emocional para Paysandú, sino porque también tenemos que llevar adelante las actividades de las escuelas de enseñanza y que los usuarios lo puedan usar sin depender de que llueva o no”.
Y, además, porque desde la propia FUB se llamó a Logiurato con el objetivo de interiorizarse sobre la situación, porque se pretende que Paysandú sea sede de partidos de eliminatorias para el Mundial de básquetbol.
“Ahora hay que conseguir los recursos y la Intendencia se está moviendo. Veremos si puede ingresar a la Comisión de Proyectos Deportivos (Comprode) junto a la FUB, en búsqueda de interesados en financiar el proyecto, lo que nos permitiría ser sede en junio de las ventanas de eliminatorias ante Argentina y Paraguay, que se trasladaron de fecha dado que en primera instancia eran en febrero”, confirmó Logiurato.
El director de Deportes reconoce que “esto no se puede dilatar más allá de fines de febrero, porque si concretamos el arreglo del techo aspiramos a que finales de la Liga Uruguaya se disputen acá”.
“No hay un estadio como el de Paysandú ni lo habrá en el Interior en los próximos años. Y tenerlo en condiciones permitiría apostar a eventos de primera categoría en diferentes disciplinas, porque el escenario brinda infinitas posibilidades”, afirmó.
Vestuarios e iluminación
Tal como había adelantado el director de Promoción y Desarrollo, Guillermo Acosta, “hay un proyecto para adecuar los vestuarios a la realidad de hoy, muy diferente a la de hace 40 años”, y también “veremos si se pueden realizar otras mejoras”.
Una de ellas es la iluminación, en la que “estamos trabajando”. “Asesorados por el ingeniero Julio Etcheverry, que indicó qué luminarias se deben comprar, vamos a agregar la iluminación para que pueda realizarse la televisación óptima de los partidos, dijo.
Logiurato afirmó que “estamos comprando las lámparas a cambio de contraprestaciones a quienes cedemos el estadio”, y hoy “tenemos unas 14 luces” de las 49 que se necesitan. “Hay 13 que son más caras, luminarias para televisión”.
Pero “no podemos ir cambiando las luces hasta que esté listo el techo, y las tengamos todas para que el camión ingrese una sola vez” para su colocación.
Tras el fallido arreglo del techo, y mientras se mantiene el piso para que no sufra las consecuencias de la humedad, la Intendencia pretende llevar adelante su plan para que el Estadio Cerrado vuelva a ser el de antaño, o mejor. “Aspiramos a que el estadio tenga el entorno que se merece, y que también merece la gente”, dijo Logiurato. Ahora todo depende de conseguir los recursos necesarios.
