Un sector para crecer

El turismo sigue siendo en Uruguay uno de los principales sectores de actividad económica y una importante fuente de generación de empleo. Ofrece miles de puestos de trabajo y posibilidades de proyección para empresas de distinto tamaño y emprendedores locales que propongan productos y servicios atractivos para turistas nacionales y extranjeros.
La estadística lo confirma: en 2016, ingresaron al país 3,3 millones de visitantes, aunque en realidad fueron más, ya que la cifra no incluye a los pasajeros de cruceros ni a quienes ingresaron por los puntos de frontera seca con Brasil: Rivera-Livramento, Chuy-Chuí, Río Branco-Yaguarón, donde no se realizan trámites migratorios.
Según los números del Ministerio de Turismo, si se contempla a los cruceristas, la cifra de turistas receptivos asciende a los 3,6 millones, lo que superaría el mayor registro computado hasta el momento (en 2011 ingresaron 3,2 millones). El gasto de los turistas extranjeros, que provienen fundamentalmente de los países vecinos –y en particular argentinos que suman el 71,8% del total– fue de aproximadamente 500 dólares por persona, totalizando 1.835 millones de dólares.
No obstante, la cantidad de visitantes sigue en aumento. En los primeros nueve meses del año, el país ya recibió 2,9 millones de personas, lo que significa un 21% más que en igual período del año pasado. Esto se refleja en un aumento del ingreso por divisas por concepto de gastos en servicios, que alcanzó un 37% más en la comparación entre ambos períodos. También subió el gasto promedio por persona durante su estadía, que pasó a ser de 624 dólares (un 13,2% más que en 2016), en tanto el gasto promedio por día fue de 103 dólares.
En lo que respecta al turismo interno, el movimiento que genera este sector de viajeros nacionales es sumamente interesante. En 2016, se realizó un total de 6.053.308 viajes, que motivaron un gasto de más de 480 millones de dólares, según el anuario 2017 del Ministerio de Turismo, que registra las estadísticas oficiales. Esta actividad en su conjunto generó 113.800 puestos de trabajo, equivalentes al 6,3% del total creado en el país, según la Encuesta Continua de Hogares. El principal rubro es el de restaurantes, bares y cantinas, con 39,4%.
Un dato de interés para la región es que, entre los destinos nacionales, el litoral termal –que recibió casi medio millón de visitas– se mantuvo en 2016 como el tercer lugar de preferencia de los visitantes, después de Montevideo y Punta del Este. Si bien el componente termal es el predominante y aún principal atractivo para los visitantes que llegan a esta región, la oferta de actividades y servicios se está incrementando de forma paulatina. Esto sucede, fundamentalmente, a partir del surgimiento de nuevas propuestas o renovación de las existentes mediante planes y programas que se insertan en el desarrollo de una política turística que mira más allá de la oferta tradicional de turismo y con una particular orientación a la generación de capacidades locales a través de distintas formas de apoyo.
En esta línea se inserta el impulso dado desde el Ministerio de Turismo al denominado Corredor de los Pájaros Pintados, que cuenta con financiamiento externo del BID y comprende a los departamentos de Río Negro, Paysandú, Salto y Artigas.
Dicho corredor tiene por objetivos el mejoramiento de la competitividad territorial a partir de la integración de la oferta turística. También pretende reforzar los emprendimientos de las pequeñas localidades asociados con ofertas más consolidadas promoviendo la participación conjunta en ferias internacionales del sector, como ocurrirá en los próximos días en la Feria Internacional de Turismo en Buenos Aires.
En la misma línea puede situarse el recientemente presentado Fondo de los Pájaros Pintados para apoyo a emprendedores y jóvenes empresas. Este aportará un máximo de $570.000 para los emprendedores y de $750.000 para jóvenes empresas. Se trata de una partida no reembolsable.
Es de esperar que estas estrategias de fomento del turismo beneficien directamente a lugares donde hasta ahora no existía la actividad turística o existe con escaso nivel de desarrollo y urgente necesidad de mejora de los servicios y productos. Eso contribuirá seguramente a mejorar la calidad de los destinos asociados.
La dinamización de nuevos destinos que diversifiquen y expandan la oferta turística nacional no solo es deseable en un país en que –tal como lo demuestran las estadísticas antes señaladas– el turismo tiene un gran potencial como sector de actividad y sigue en crecimiento. También constituye una muy interesante oportunidad para el desarrollo de muchas ciudades y pueblos del país.
Para turistas cada vez más ávidos de experiencias, aún las pequeñas localidades pueden ser lugares interesantes para visitar y conocer de primera mano las costumbres, modos de vida, la artesanía y hasta las historias que la gente tiene para contar. Así, diferentes sitios con actividades culturales y recreativas alternativas a las tradicionales del turismo, paisajes naturales espectaculares pero con oferta mínima de servicios y productos regionales han comenzado lentamente a posicionarse como destinos alternativos a los tradicionales de sol y playa o, en nuestra región, el termal.
Son cosas que no ocurren de la noche a la mañana, sino que forman parte de procesos y aprendizajes a realizar, sin perder de vista que el turista quiere experiencia pero también calidad al llegar al destino. También pretende contar con toda la información posible a través de Internet antes de emprender del viaje y posibilidades de uso de la tecnología para realizar pagos en línea.
Hoy más que nunca el viaje se vende en Internet, no solo en el sentido económico de las palabras, sino a nivel motivacional. Pero lo que se muestra es lo que debe encontrarse al llegar, cumpliendo a cabalidad con las expectativas del visitante. Es necesario invertir, capacitarse y contar con puntales de sustentabilidad, tanto en lo que respecta a políticas de turismo como en los aspectos ambientales y en la creación de valor local, la promoción de la responsabilidad social empresaria y la mejora del derrame económico de la actividad turística.