Demarco hizo podio en Inglaterra

El sanducero Carlos Demarco, radicado en Italia, volvió a hacer podio en Europa, este caso en el torneo de karate tradicional de la FSKA desarrollado en Londres, representando al país “de la bota”.
El karateca, que ha sabido cosechar un número importante de títulos en Europa, logró en esta ocasión tres medallas de bronce: en Kata (formas), Kumite (combate) y también en Kumite por equipos.
“En los tres días de competición tuve 11 alumnos en el tatami, y logramos 22 medallas en diferentes categorías, tanto individuales como por equipos”, lo que dejó una especial satisfacción dado que “consiguieron su medalla y cosecharon así el premio al sacrificio de trabajar para un certamen mundial”, más allá de que “nueve perdieron por terceros puestos”, dijo Demarco a EL TELEGRAFO.
El sanducero destacó que “en el primer día logramos junto a dos de mis alumnos seis medallas” en las categorías de los 18 años en adelante, y dejó en claro su satisfacción porque al día siguiente “también compitió mi hijo León, logrando un segundo lugar en Kata por equipos, perdiendo dos terceros puestos en especialidades individuales”.
La actuación de Demarco en el karate no solo italiano sino europeo y mundial ha sido más que importante. “Hoy soy uno de los atletas más viejos, de los que tiene más experiencia y con dos títulos mundiales obtenidos en Portugal e Italia, tres títulos europeos obtenidos en Italia, España y Alemania, y otros podios obtenidos en giro por otros países europeos”, repasó.
Y destacó que “mirando para atrás puedo ser feliz y orgulloso, pero solo uno sabe todo lo que tiene que hacer para poder llegar a estar entre los mejores, ganarse un lugar y respeto en mi ambiente, que al final es la cosa más valiosa”.
Demarco recordó que “mis comienzos en el Club Remeros y después en el Goshin-Do bajo la guía del que es uno de los mejores maestros que encontré en mi camino, el sensei Julio Campopiano” le permitieron “llegar al lugar en el que estoy”, y confesó que “nunca pensé poder llegar a entrenarme con grandes maestros y leyendas del karate, nombres que leía en libros y veía en video casetes en casa de mi maestro”.
El karateca dejó constancia de que “todo lo que soñé y trabajé” permitió “llegar a esta realidad, a este camino que todavía estoy recorriendo y que puede ser motivación para muchos otros sanduceros”, para lo que “hay que fijarse un objetivo y luchar para llegar lo más lejos posible”.
“Me siento orgulloso cuando veo a otros sanduceros que son competitivos en deportes que están por fuera del fútbol, que es lo que llevamos en la sangre, muchas veces con poca o cero ayuda económica y de estructura, pero con la misma cosa que nos identifica: la garra charrúa”, agregó.