Si bien la normativa establece desde 1994 la prohibición del ingreso a nuestro país de carnes y derivados, así como productos lácteos y vegetales, los controles en los puestos fronterizos eran hasta ahora un poco laxos, en el marco también de la anulación del cero kilo. A esto se sumaba la diferencia cambiaria y de precios, que determinó que no hubiera mayor problema en traer alguna mercadería de los países vecinos, ya que la revisación era aleatoria y no a todos los que cruzaban.
Sin embargo, y preocupados por algunos problemas sanitarios que hay en otros países, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca firmó ayer un convenio con el de Defensa Nacional, por el cual habrá un mayor control del ingreso de estos productos al territorio nacional, pero además reforzado con la presencia de más de un centenar de efectivos de Defensa, considerando Prefectura, Fuerza Aérea y Ejército, según cuál de los 19 puntos fronterizos se trate.
Por lo tanto, está terminantemente prohibido y no se pueden ingresar al país productos y subproductos de origen animal y vegetal que pudieran ser portadores de algún tipo de enfermedad, virus o bacteria. Esto incluye carnes de cualquier especie, fiambres y embutidos. Leche fluida (excepto larga vida), manteca, huevos, crema de leche y quesos. Frutas y hortalizas frescas, semillas, artesanías con semillas y productos vegetales. Tampoco vegetales, sus partes y productos relacionados. (Más información en edición impresa)