Se cumplen dos años del fallecimiento de Leonardo Franco (“Leo”, “Leoni”, “Bocha”, como lo llamaban) y su familia realizará dos homenajes, uno en el Cementerio Central a las 11 y otro a las 18 inaugurando el monumento en su memoria, en plaza Acuña.
Leonardo Franco, el músico que con su primera guitarra le dio forma al “sonido iracundo”, se encontraba a finales de 2015 en Guatemala, junto a uno de los “grupos espejo” de Los Iracundos, integrado también por el cantante Gianni Pivetta, la segunda guitarra Adán Franco, el baterista Carlos Perchante, el bajista Jon Aguilera y el tecladista Rubén Aguilera.
Tras cumplir con varios de los conciertos previstos en la gira y cuando aún faltaban otros por realizar, sufrió un paro cardíaco y fue trasladado a un centro asistencial, donde falleció. Tenía 73 años. El año pasado, la familia presentó el lugar público donde se levantará el monumento a Leoni. En lugar de su rostro, se colocará una réplica de su guitarra. Nada mejor para recordar al responsable del “sonido iracundo”.
Quedará frente a la casa que ocupó durante muchos años, su última etapa en Paysandú antes de trasladarse a Buenos Aires. En plaza Acuña, en la esquina de Independencia y Artigas, en esa plaza donde pasó muchas veces temprano en la mañana, se sentó en uno de sus bancos y disfrutó del despertar sanducero.
